Tuvo que pasar una década para que MG reviviera a este sedán mediano, el MG7, que en su primera generación era tal cual un Rover 75 con logos de MG y que sólo se vendió en China, así que con este legado, la marca inglesa tenía prácticamente una hoja en blanco para retrazar a este modelo, que ahora luce muy estilizado, deportivo y atractivo.
Aprovechamos nuestra visita al Centro de Desarrollo de SAIC Motors, en Shanghái, para tener un primer contacto con este vehículo, que pareciera un bicho raro en este mundo moderno del motor, donde todos aspiran a tener variantes electrificadas, menos el MG7, que incluso tiene una versión Trophy, con aspiraciones deportivas.
Además, del lado estético, se une a lo que estamos viendo en la nueva generación de los modelos de la firma, frentes más afilados, con una parrilla baja y de grandes dimensiones, con led diurnos que toman protagonismo en la mirada del vehículo.
En el lateral encontramos un vehículo con un marcado corte fastback, en 4.88 metros de largo, buscando alargar lo más posible la caída del poste C, para dibujar una cajuela corta, que se acompaña por un alerón retráctil de tres piezas, que será uno de los gadgets favoritos de los dueños de este vehículo por cómo se despliega y se vuelve a cerrar.
La parte de la cajuela es muy limpia, pero sigue esta tendencia de deportividad, con líneas que apuntan hacia arriba, un par de salidas dobles del escape y la simulación de un difusor en la parte baja de la facia.
En general, sobre todo en la versión Trophy, MG quiere evocar a esos autos Gran Turismo de los años sesenta y setenta, máquinas confortables para viajar, pero con un espíritu deportivo.
Cuando este sedán arribe al mercado mexicano, lo hará con dos motorizaciones, la primera un cuatro cilindros 1.5 litros turbocargado, que genera 188 caballos de fuerza y 221 libras-pie de torque, acoplado a una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades.
Por su parte, la versión Trophy hará lo propio con un L4 2.0 litros turbo, que entrega 261 caballos de fuerza y 298 libras-pie de torque, unido a una transmisión de 9 velocidades.
En ambos modelos la tracción es frontal; sin embargo, la variante Trophy agrega una suspensión más firme y frenos de mayor tamaño, con los cálipers esmaltados en rojo.
Ya que estamos en estas instalaciones de SAIC, sería un pecado no subirnos a dar una vuelta en este vehículo, especialmente si es el MG7 Trophy.
El habitáculo luce muy bien, el agarre del nuevo volante de la marca recuerda al de algunos modelos europeos, al igual que el tacto, que por fortuna no es suavecito como el de la mayoría de los vehículos que nos llegan de estas latitudes a México.
El motor no es ruidoso, ni tampoco el sistema de escape, aunque no hubiera estado mal que roncara un poquito, si ya le pusiste las salidas dobles del escape, un poquito de ruido.
Nos metimos a la pista de pruebas que estaba habilitada para nosotros y aceleramos a fondo encontrando una buena respuesta del motor y una interesante sensación de aceleración, muy distinta a la que tuvimos minutos antes en la IM LS7, pero igual de agradable.
El aplomo del chasis y la suspensión transmiten seguridad de inmediato, sobre todo cuando tomamos una glorieta, que está al final de la recta y que indica 40 km/h como límite, a unos 75 km/h, encontrando un auto bien apuntado y estable.
De nuevo tomamos la recta hacia el lado contrario y volvimos a pisar a fondo, pero ahora, casi al final, nos paramos sobre el pedal del freno para tener una frenada de emergencia, donde además de un buen poder de frenos, encontramos un sedán que se mantuvo en su lugar, sin dar sensaciones de que la transferencia de pesos pudiera moverlo hacia el costado.
La segunda vuelta la hicimos más tranquilos, para explorar más la habitabilidad de la cabina, la visibilidad y la sensación de manejo en una condición más normal. En todas ellas este MG7 lo hace muy bien.
En esta versión Trophy encontramos asientos tapizados en piel sintética, que en esta unidad de prueba tenía un tono verde turquesa bastante interesante, que no sabemos si brincará el Pacífico, pero luce muy bien.
Muy al estilo de las nuevas tendencias, el tablero y la consola central son muy limpios, con una doble pantalla multimedia, incrustadas en el mismo cluster de 33 pulgadas y frente a él, el nuevo volante de la marca, que ya encontramos en otros modelos como Cybester, MG3 y MG4.
Otros detalles de equipamiento, incluyendo los de seguridad, se revelarán cerca de la fecha de lanzamiento en México.
La marca no confirmó la fecha de arribo de este sedán a México; sin embargo, aseguró que será en este año y pudimos averiguar que la versión Trophy estará rondando el precio de un Volkswagen Jetta. Así que habrá que esperar un poco.
