Tiene insertos en fibra de carbono

Aston Martin Vantage Roadster, dinamismo en el volante

Absorbe bien las imperfecciones del camino, es estable y transmite control total; puede hacer un 0-100 km/h en 3.8 segundos; el cuero está en volantes, asientos y tablero

Su silueta es la de un clásico roadster inglés, ancho y bajo.
Su silueta es la de un clásico roadster inglés, ancho y bajo. Foto: Autocosmos

Cuando pensamos en Aston Martin, lo primero que se nos viene a la cabeza, por lo menos en mi caso, es el auto del agente secreto más famoso del mundo. Y es que resulta difícil separar al 007 de los deportivos de la firma británica, particularmente del DB5.

Tanto así, que Aston Martin fabricará de manera limitada 25 unidades del DB5 Goldfinger Continuation, un prohibitivo juguete que resulta bastante fiel al que se utilizó en la película.

Hoy nos ocupa una de sus creaciones de enfoque puramente lúdico más recientes. Se trata del Vantage Roadster, que debutó en sociedad justamente hace un año y, de hecho, la primera unidad acaba de llegar a nuestro país. Se trata de un precioso ejemplar azul marino e interiores también azules combinados con blanco.

Como dato interesante, la denominación Vantage fue utilizada para una variante del DB2 en 1951 y no tardó mucho en convertirse en un modelo aparte.

En cuando a su diseño, la silueta es la de un clásico roadster inglés, ancho, bajo y con un alargado cofre en formato Clamshell. L a enorme parrilla, conocida como veleta, tiene esas clásicas formas que conocemos de siempre y se inspira en la del radical Vulcan.

Los trazos son fluidos y la postura es muy atlética. El Vantage Roadster transmite dinamismo aun estando detenido. Hacia atrás, la cajuela termina en una cola de pato y esa línea de diseño es la que da forma a las calaveras. El difusor posterior es titánico y alberga a unas salidas de escape dobles que canalizan y potencian el increíble sonido del V8.

El Vantage es de los primeros autos en beneficiarse de la participación de Mercedes-Benz en Aston Martin. Por tal motivo, el motor es el V8 de 4.0 litros turbo que conocemos en las variantes más extremas de Mercedes-AMG.

En el caso del Vantage Roadster, el V8 entrega 503 hp y 505 lb-pie de torque, ¡disponibles apenas a las 2 mil vueltas! Y todavía mejor, es que se mantiene esa entrega hasta las 5 mil. La transmisión es la efectiva ZF de 8 velocidades y la tracción es al eje posterior.

Dichas credenciales le permiten hacer un 0 – 100 km/h en apenas 3.8 segundos, mientras que su velocidad máxima es de 306 km/h.

El esquema de suspensión es de doble horquilla adelante y multilink atrás, con sistema de amortiguación adaptativa. Asimismo, tecnologías como distribución vectorial de torque y diferencial electrónico trasero también están presentes para garantizar la mejor dinámica de conducción posible sin descuidar, por supuesto, la seguridad.

El toldo suave retráctil es una maravilla de la ingeniería, ocupa casi nada de espacio de carga al plegarse y la operación toma apena 6.7 segundos en abrirse y 6.8 en cerrarse el ciclo de funcionamiento más rápido para un toldo automático del mercado.

Puertas adentro, la teatralidad del exterior se mantiene, el interior del Vantage Roadster es sumamente espectacular y presume de materiales de la más alta calidad. El cuero que está por todos lados; volante, asientos, tablero, e incluso las manijas de las puertas y vaya que tanto el tacto como el olor son excepcionales. A eso, agrégale insertos en fibra de carbono, costuras en un amarillo brillante y muchísimos botones y el resultado es verdaderamente único.

Absorbe bien las imperfecciones del camino, no cansa en absoluto, pero es tremendamente estable y transmite control total, con lo cual se pueden disfrutar muchísimo los trayectos a velocidades bajas y medias.

La capacidad de aceleración del V8 es excelente y es algo que ya sabíamos de tiempo atrás, sin importar si se trata de un Clase C 63 o una GLS 63 el 4.0 litros empuja con muchísima fuerza y la mantiene tanto como sea necesario. El Vantage Roadster es muy rápido y conforme acelera, el sonido del motor es adictivo.