La renovación de un icono como es la Suburban, siempre representa una gran noticia para Chevrolet, si bien es un producto básicamente concebido para los gustos y necesidades del gigantesco mercado de EU, existen otros como el nuestro, en donde esta SUV goza de mucha tradición y popularidad.
Chevrolet ya lo entendió, la Suburban obviamente sigue siendo body on frame, pero ahora tiene un chasis ligeramente distinto, que le permite obtener una suspensión independiente atrás, algo muy necesario para ofrecer buen manejo en un auto de estas medidas y peso. Este cambio también le permitió mejorar enormemente el espacio de carga y para la tercera fila de asientos, que gana 25 cm de espacio, con lo cual ahora ya pueden viajar adultos en la tercera banca con total confort.
Los motores son nuevamente de ocho cilindros, la versión High Country que pude manejar ahora es la tope de gama, lo que quiere decir que utiliza el 6.2 litros con 425 hp y 460 lb-pie de torque, mismo que va asociado a la transmisión automática de 10 velocidades que, dicho sea de paso, es fabricada en nuestro país.
La tracción es 4x4 y cuenta con un selector electrónico que por default funciona en modo 2H, aunque al accionar modo “Auto” gestiona la entrega de torque a cada eje para ofrecer la máxima tracción posible.
Este conjunto mecánico quizá no tiene esa respuesta briosa y contundente que le conocemos al V6 biturbo de la Ford Expedition, pero en cambio, entrega aceleraciones más suaves, lineales y progresivas, tanto que aquella famosa frase: “Effortless Performance” encaja a la perfección. Y es que resulta un placer circular por una pendiente en carretera ligeramente por arriba de las 2 mil rpm a más de 110 km/h sin chistar. ¿Podría ir mucho más rápido?, sin duda, basta con presionar con fuerza el acelerador para que la caja rebaje un par de cambios, el rugido del V8 se haga presente y la Suburban gane velocidad rápidamente.
La calidad de marcha es buena, producto del excelente aislamiento del trabajo mecánico, de rodamiento o del viento. Es silenciosa y muy refinada.
Eso sí, aun con la nueva suspensión trasera independiente en combinación con la tecnología Magnetic Ride, la Suburban no es un deportivo, y por lo tanto, no esperes un agarre como tal, pero si te aseguro que se deja llevar a buenos ritmos, transmitiendo más control y confianza que nunca.
Puertas adentro, también hay un rediseño completo, salvo algunos paneles inferiores y plásticos en parte baja de asientos que se ven duros al tacto, todo se toca y se ve de excelente factura.
Parece que la modernidad hoy en día está dada por el tamaño y cantidad de pantallas que equipa un vehículo. Y a sabiendas de esto, Chevrolet no escatimó en incluir las más posibles en la nueva Suburban 2021, y es que encontramos un total de cinco.
La del tablero es HD táctil de 10 pulgadas, compatible con Carplay y Android Auto, que ahora se pueden emparejar de manera inalámbrica con el teléfono móvil. En el clúster de instrumentos encontramos una solución de relojes análogos para tacómetro y velocímetro, más una pantalla central de 8” a color desde donde se despliega información diversa, mientras que, al mirar hacia el camino, se despliega información gracias a un titánico Head Up Display de 15” a color.
Evidentemente incorpora Onstar 4G con WiFi, climatizador automático bizona, techo panorámico, asientos con calefacción y enfriamiento, cargador por inducción, volante con calefacción y todos los puertos UBS C que jamás podrías necesitar.
En cuanto a seguridad, la nueva Chevrolet Suburban 2021 trae toda la farmacia, empezando por las 7 bolsas de aire, ABS y ESP. Pero también cámara de 360°, alerta con asistente de abandono de carril, alerta de colisión frontal con frenado de emergencia, detección de peatones adelante y atrás y un largo etc.
