La actual entrega del deportivo por excelencia de Jaguar ha sufrido un cambio que pareciera apuntar más hacia una nueva generación, que hacia una actualización de producto; en donde las modificaciones, además del evidente toque estético, se centraron en apartados técnicos y de tecnología.
Cabe destacar que este biplaza ha sido acreedor de 178 galardones a lo largo de su historia, de entre los que destaca el más reciente, que corresponde al mejor diseño del año otorgado en 2020 por los World Car Awards.
El nuevo lenguaje de la marca se hace presente con todo ese espíritu deportivo y sofisticado que tanto ha caracterizado a los modelos de Jaguar, ostentando un look más atlético y agresivo que su antecesor.
En la parte frontal mantiene el diseño de faros en forma de J, pero con la inclusión de tecnología pixel LED que lo dota de una mirada mucho más intimidante; asimismo, la parrilla incrementó sus dimensiones y se actualizó el diseño de luces de conducción diurna bajo el precepto Caligraphy. Además, la facia, escapes, tomas de aire y rines también han sido rediseñados.
En la parte posterior se realizaron ligeras modificaciones en la zaga con el fin de modernizarla, en este apartado se hizo uso de las mismas calaveras que equipa su hermano el I-Pace.
Al interior encontramos una selección de materiales que hacen sinergia con el imponente exterior, como lo es cuero Windsor con costuras contrastantes para los asientos, consola central y paneles de las puertas, así como algunas insignias e inscripciones con la leyenda “Jaguar Est.1935” que apela a la parte histórica de la marca.
Se tiene la opción a elegir entre tres distintos trenes motrices, dependiendo de la versión.