Estamos ante un sedán de tres cuerpos con voladizos cortos y una carrocería muy bien integrada, la parte frontal tiene un caprichoso diseño que me recuerda un poco las extravagantes parrillas de Lexus y con una óptica led, los laterales del O5 GT podríamos decir que son la parte más discreta del sedán, y lo que más salta a la vista son las mordazas de los frenos que están pintadas de un llamativo color anaranjado, y como en este caso los rines son negros.
Especificaciones. El rubro técnico también es de considerar, ya que la versión deportiva nos ofrece casi 200 hp y más de 200 lb-pie de torque, acoplado a una caja robotizada de doble embrague con paletas de cambio en el volante. El esquema de suspensión recurre al tradicional esquema McPherson delantero y eje torsional trasero, el tren motor está montado en posición delantera transversal y la tracción.
Interior. Hablando específicamente del modelo de prueba es prudente comentar que no sólo tiene una pantalla de información, tiene dos, ambas son de 10.1 pulgadas, la primera aloja al cuadro de instrumentos y es configurable mediante la combinación de teclas en el volante, la segunda pantalla se aloja justo al centro del tablero y en ella el usuario tiene total gobierno de manera táctil de muchas funciones del vehículo y de algunas de las aplicaciones compatibles de su teléfono, sea de la plataforma Android o iOS; y ya que hablamos de ese tipo de dispositivos el O5 GT ofrece un “tapete” de inducción de carga inalámbrica y cuenta con un puerto USB C en un compartimento en la consola central.
Seguridad. Además de que ofrece seis bolsas de aire el Omoda O5 GT ofrece sistemas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) que le brindan al conductor y a los ocupantes un extra de seguridad en condiciones de manejo en carretera, por ejemplo, las alertas de abandono de carril o el control de crucero adaptativo, pero también ofrecen asistencias cuando previenen accidentes y actuadores de frenos.