Fue en el 2015 cuando Volvo sorprendió a propios y extraños con el lanzamiento de la segunda generación de la XC90. Su arquitectura escalable con capacidades para admitir trenes motores electrificados, eliminación de mecánicas más grandes que un 4 cilindros de 2.0 litros, entre otras tantas propuestas, fueron en un principio recibidas con escepticismo por decirlo de la manera más amable, aunque posteriormente demostraron ser la jugada correcta.
Un par de años más tarde llegó la actual generación de la XC60, empleando la misma plataforma y mecánicas de su hermana mayor, con un diseño similar, aunque más deportivo.
Hoy, cinco años más tarde Volvo XC60 ya solo se ofrece en nuestro mercado como un plug-in hybrid. Sigue siendo un producto vigente y en muchos algunos aspectos muy destacado, pero los años le empiezan a pesar, sobre todo en el interior y quizá esto tenga que ver con el hecho de que es muy parecida por dentro a la XC90 que conocemos desde hace 7 años.
Pero la XC60 no ha dejado de recibir actualizaciones más o menos importantes, y para el año 2023 incorpora una interesante mejora en el apartado mecánico; se trata del incremento en el tamaño de la batería hasta los 18.8 kWh, con lo cual la autonomía en modo eléctrico pasa de 45 a 81 km.
Interior. Puertas adentro encontramos una cabina bien ejecutada, con buenos materiales y calidad de ensamble, hay pocos botones, algunos sí se extrañan, pero en general la atmósfera es agradable.
Los asientos además de verse espectaculares son comodísimos y elementos como el clúster digital de 12.3”, climatizador automático bizona, techo panorámico, etc., redondean una experiencia bastante buena.
Manejo. Cuando el motor 2.0 de inducción forzada y el sistema eléctrico se combinan, la potencia total es de 462 hp y 523 lb-pie; es una cifra bastante respetable, la transmisión es automática de 8 velocidades y la potencia es enviada a las cuatro ruedas.
La XC60 puede ser muy ahorradora en modo híbrido, pero al mismo tiempo super ágil y contundente para rebasar y llevar ritmos de infarto en carretera. Tiene un aplomo excelente y transmite mucha confianza, como buen vehículo premium. Tiene un sabor deportivo en todo momento, algo que agradece bastante.
Cuando manejas la Volvo XC60 PHEV se te olvida que la interfaz del sistema de infoentretenimiento es poco amigable e innecesariamente compleja o que faltan dos o tres botones físicos que podrían hacer las cosas mucho más simples
Como dato, un día me agarró un fuerte chaparrón mientras viajaba en carretera, de esos que no te dejan ver más allá de 10 metros y en donde el agarre se reduce al mínimo. Aun en esas condiciones, la SUV de Volvo se siente muy bien plantada y segura.
Conclusión. La Volvo XC60 se mantiene tan vigente como hace 5 años que se presentó la actual generación, incluso más, ha sabido actualizarse de acuerdo con los tiempos que corren y cada vez es mejor. Es más potente y más eficiente, manteniendo un excelente manejo.