Expertos de la división de Ciencias Heliofísicas de la NASA descubrieron un enorme “agujero” en el hemisferio sur del Sol; éste esta una región negra y abierta en el Sol, mucho más fría que el resto de la estrella, que hace que parezca negra y tiene entre 300,000 y 400,000 kilómetros de diámetro, que para hacer la comparativa, equivale a que dentro de él puedan entrar entre 20 y 30 Tierras. Los agujeros coronales son la fuente de rápidos vientos solares, que alcanzan velocidades de entre 500 y 800 kilómetros por segundo, y que pueden tener el poder de llegar hasta la Tierra, pueden provocar auroras boreales más vibrantes, que pueden llegar a ser observadas a latitudes más bajas de lo habitual, según afirmó el Centro de Predicción del Clima Espacial. A través de estos agujeros coronales, los vientos solares formados por partículas cargadas eléctricamente y campos magnéticos brotan hacia el espacio. La velocidad de esos vientos puede ser superior a los 2.1 millones de kilómetros por hora. La tormenta geomagnética desencadenada por el agujero solar llegó a registrar clase G3, que es considerada como fuerte, no obstante, aumentó a clase G4, severa en la jornada del viernes pasado, lo que ha provocado que se hayan podido ver auroras boreales en algunos lugares de Escocia, Canadá, Alaska, Rusia, Noruega y Groenlandia.