Cuando te mencionan a un Tiranosaurio rex, en lo primero que piensas es en sus filosos dientes. Lo segundo, es en el aspecto temido y terrorífico y en que todos huían de él porque acababa con todo lo que hubiera a su paso. Lo tercero, quizá, es en Jurassic Park y en todas esas imágenes en donde el Tiranosaurio rex, aún con esos brazos cortos, sometía a cualquier especie de dinosaurio.
Esa imagen que aparece en el espectro de tu cabeza tendrás que cambiarla, pues un estudio publicado en la revista Science, dio a conocer que el Tiranosaurio rex tenía labios y que estos cubrían perfectamente su dentadura.
Labios carnosos que cubrían sus dientes
La revista Science publicó un estudio en el que refiere que un equipo de paleontólogos de varias instituciones científicas ha estudiado a diversas especies de dinosaurios carnívoros como el Tiranosaurio rex y descubrieron que tenían labios carnosos que cubrían totalmente sus filosos dientes.
El estudio comenzó desde que se abrió el debate respecto a si la imagen de los tiranosaurios sería menos aterradora para sus fans si revelaban que poseía labios, haciendo que las representaciones tradicionales fueran las que todos conocemos ahora.
"Hay muchas interpretaciones en el paleoarte. Es bueno ofrecer datos científicos que lo respalden", indicó Kirstin Brink, de la Universidad de Toronto, en declaraciones retomadas por National Geographic. El estudio incluyó el análisis de la anatomía de lagartos y cocodrilos vivos, así como la estructura microscópica de los dientes de los dinosaurios y la comparación del tamaño de los dientes con las dimensiones del cráneo en especies como el Tiranosaurio.
El tamaño de sus dientes, la clave
El análisis de este estudio liderado por paleontólogos de la Universidad de Toronto, afirma que el tamaño de los dientes de los rex no era tan largo, por lo que los labios podrían haber cubierto de una manera fácil sus dientes.
Otra de las cosas que sugiere el estudio, es que el esmalte de los dientes de los tiranosaurios era muy delgado, por lo que haber sido expuestos por mucho tiempo al aire, derivaría en que se secaran y se pudrieran mucho más rápido que si estuvieran cubiertos por labios. Entonces, además, jugaban un papel sumamente importante.
"Me interesa mucho el papel que desempeñan los tejidos blandos a la hora de interpretar las patologías de los dientes. Piensa en sus labios como si fueran la funda de un cuchillo: ayudan a mantener las armas homicidas y garantiza que fueran lo más mortíferas posible", sentenciaron. Desde hoy, deberá pensarse en el Tiranosaurio rex con labios y no con los dientes tan expuestos.