¿Quién podría imaginar que en un lugar con falta de luz solar, con temperaturas extremas registradas bajo los 80 grados centígrados y sin alimento, pudiera haber vida? La Antártida posee todas esas características y lo que creíamos imposible, ha sucedido.
Luego de diversas exploraciones tecnológicas y científicas, hechas en los últimos años, se ha revelado que existen formas extrañas de vida debajo del hielo de la Antártida, en una noticia que pocos esperaban sucediera algún día.
La Antártida, un territorio sin invasión humana
Pareciera que la existencia de la Antártida es meramente científica. O eso creíamos hasta hace unos días, antes de que se diera a conocer que científicos de la Universidad estatal de Montana, encabezados por el investigador John Priscu, revelaran que no es un continente muerto.
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Desde 1999, Priscu descubrió que debajo del hielo antártico habían organismos microbianos (por lo menos a tres mil 600 metros bajo este terreno helado) y fue hasta el 2013 que regresó a la Antártida para ser parte de una expedición en la que se recolectaron microbios que tienen una conexión muy pequeñita con la Tierra.
Lo que descubrieron los científicos fue algo que la Antártida tenía en común con Júpiter y Saturno, dos planetas en donde se han lanzado datos que comprueban que hay vida: en los tres no hay carbono. ¿Qué significa ésto? Que la teoría de que hay vida toma mayor veracidad pues el carbono es el elemento en el que se basa la vida de los seres orgánicos que hay en el planeta.
¿Qué encontró Priscu en la Antártida?
Lo que se encontró en la Antártida y que comprueba que hay vida debajo de ella, son microorganismos unicelulares que pertenecen al reino de las Arqueas, los cuales subsisten gracias a la conversión de amoniaco y metano, la cual produce energía.
Aunque estos organismos no tienen una relación con la Tierra tal y como la conocemos, esta información es clave para seguir estudiando a la Antártida y sus profundidades.