La fiebre Oropouche, catalogada como “alto riesgo” por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha resurgido con más de 10,000 casos confirmados en 2024 en América Latina y el Caribe. Un reciente estudio en Italia ha planteado la inquietante posibilidad de que el virus pueda transmitirse sexualmente, tras el aislamiento del ARN viral en muestras de semen de un paciente. Este virus, transmitido principalmente por insectos como el jején Culicoides paraensis, provoca síntomas graves, incluyendo meningitis, y hasta la fecha no cuenta con vacunas ni tratamientos específicos. Expertos advierten sobre la urgencia de implementar medidas preventivas, dado que el cambio climático podría ampliar las zonas de riesgo y la incidencia de casos, planteando nuevos desafíos para la salud pública y la seguridad reproductiva.
Gráficos: Julio Loyola y Roberto Alvarado