El cometido de Proba-3 marca un hito en la exploración solar al convertirse en la primera misión en generar eclipses artificiales. Lanzada recientemente, este innovador proyecto consiste en dos satélites que, al volar en formación, crearán eclipses solares artificiales con una precisión milimétrica. Este avance tecnológico permitirá a los científicos observar la corona solar, la atmósfera exterior del Sol, durante períodos prolongados, algo que sólo era posible en eclipses naturales breves y poco frecuentes. Con un presupuesto de 200 millones de euros, Proba-3 no sólo busca profundizar en la comprensión de fenómenos solares como el viento solar y las eyecciones de masa coronal, sino que también establece un nuevo estándar en la operación conjunta de naves espaciales. Se espera que esta misión, que comenzará sus observaciones en marzo de 2025, revolucione la investigación solar y abra nuevas posibilidades para futuras exploraciones espaciales.