Las poblaciones de estos anfibios se han visto mermadas debido a la contaminación, el mal estado del agua, el turismo irresponsable y a la introducción de especies a los canales, que depredan al ajolote, por lo que desde hace 20 años la UNAM, a través del Laboratorio de Restauración Ecológica, busca sumar esfuerzos para ayudar a la conservación de esta especie a través del proyecto Chinampa-Refugio; trabajando con los chinamperos de la zona de Cuemanco para rehabilitar estos espacios como refugio para los ajolotes y hacer productivo ese pedazo de tierra. Desde 2018, en el proyecto se incluyen 40 chinampas para cuidar la calidad del agua, nivel de oxígeno, pH y la cantidad de alimento óptimo, así como la vigilancia de su actividad que, se da por las noches.
Gráficos: Julio Loyola y Roberto Alvarado