Investigadores mexicanos y británicos revelan que los espermatozoides no se mueven como durante los últimos 300 años se creyó, en lugar de deslizar el flagelo como una anguila, éste está torcido y se mueve solo hacia un lado, mientras que la cabeza rueda sobre su propio eje para poder avanzar al frente. Los autores del estudio y descubrimiento Hermes Gadelha de la Universidad de Bristol, Gabriel Corkidi y Alberto Darszon, ambos de la Universidad Nacional Autónoma de México, usaron una cámara de alta velocidad que tiene la capacidad de grabar más de 55,000 fotogramas por segundo y una platina de microscopio con un dispositivo para mover la muestra de arriba a abajo a una velocidad muy alta para descubrir que el rápido y altamente sincronizado giro de los espermatozoides causa una ilusión cuando se ve desde arriba con los microscopios 2D.
Gráficos: C. Alejandro Sánchez, Ismael F. Mira, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.