La enfermedad se origina en las células del revestimiento de los conductos en el 85 por ciento de los casos y en los lóbulos en el 15 por ciento de éstos, dentro del tejido glandular de los senos; inicialmente, el tumor canceroso se localiza confinado y por lo general no causa síntomas pero con el paso del tiempo, este cáncer in situ puede invadir el tejido mamario circundante, adquiriendo el nombre de cáncer de mama invasivo, y posteriormente propagarse a los ganglios linfáticos cercanos u a otros órganos, llamándose a esto metástasis distante. El tratamiento del cáncer de mama puede ser muy eficaz, cuando la enfermedad se detecta en los estadios tempranos. Generalmente, el tratamiento consiste en una combinación de extirpación quirúrgica, radioterapia, terapia hormonal, quimioterapia o terapia biológica dirigida para tratar el cáncer microscópico que se ha propagado del tumor mamario a través de la sangre. El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común, con más de 2.2 millones de casos en el 2020 y una de cada 12 mujeres puede padecerlo a lo largo de su vida.