La UNESCO apoyo la misión del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y del organismo de investigación medioambiental Criobe que hizo el descubrimiento frente a las costas de Tahití, en la Polinesia Francesa, a una profundidad de entre 30 y 65 metros, una posición inusual ya que los conocidos hasta ahora estaban como mucho a 25 metros bajo el nivel del mar; lo que podría sugerir que quizás haya más arrecifes de coral grandes en el océano en la denominada zona crepuscular, entre los 30 y 120 metros de profundidad. Lo más sorprendente del hallazgo para el equipo científico es su buen estado de preservación, que contrasta fuertemente con otros corales de la misma región, ya que la Polinesia Francesa sufrió un importante blanqueamiento de corales en 2019. El descubrimiento de este arrecife en una condición tan prístina puede inspirar la conservación futura.
Gráficos: Roberto Alvarado y Luisa Ortega.