Un nuevo proyecto llamado Ensayo de Estimulación Cerebral Profunda Adaptativa para Niños con Epilepsia (CADET) ha marcado un hito histórico al implantar con éxito un neurotransmisor poco más grande que una moneda de 25 centavos de dólar, en el cráneo de un niño que padece el síndrome de Lennox-Gastaut, una forma grave de epilepsia que comienza en la infancia, entre los tres y cinco años de edad. El dispositivo conlleva la inserción de dos electrodos en las capas profundas del cerebro, alcanzando el tálamo, donde el aparato envía pulsos con el objetivo de bloquear o interrumpir las señales anormales. El paciente Oran Knowlson, antes de la colocación del neurotransmisor, experimentaba diariamente convulsiones que oscilaban entre las dos docenas y cientos. Después del implante ha experimentado una reducción de sus convulsiones diurnas de hasta un 80% gracias a este nuevo mecanismo.
Gráficos: Julio Loyola y Roberto Alvarado.