La administración Nacional Atmosférica y Oceánica de EU anunció de manera oficial el fin de la temporada de La Niña, el fenómeno meterorológico que en últimos meses se estableció en Suramérica con el enfriamiento de los mares y, en consecuencia, generando menos lluvias, lo que agravó la falta de agua en algunas zonas de la región; a diferencia de éste, el Niño provoca un calentamiento anómalo del mar al este del océano Pacífico, producido por la irrupción de aguas superficiales cálidas, y afecta principalmente a las costas sudamericanas, provocando eventualmente intensas lluvias torrenciales. Las autoridades han informado que tras tres inviernos seguidos, La Niña se va y con ello se abre la posibilidad de una reducción en el número de huracanes en México, el Caribe y EU, pues el enfriamiento de las aguas en el Pacífico ecuatorial ha cedido el paso a temperaturas más normales, lo que indica el fin del fenómeno climatológico que dejó sequías a California e inundaciones a Australia. La influencia del Pacífico en el clima global se detendrá, según expertos pero es probable que existan todavía efectos remanentes en la atmósfera durante algunas semanas más, a medida que las aguas del océano regresen a temperaturas más normales; por su parte, el Niño durante el final del verano del Hemisferio Norte podría aumentar la cizalladura del viento a través del Atlántico, lo que ayudaría a destruir los sistemas tropicales en ciernes y debilitarlos durante su formación, lo que tendría un impacto en la reducción de la cantidad total de huracanes, disminuyendo las posibilidades de un golpe devastador en el Caribe, México y EU.
Gráficos: Julio Loyola, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.