La nave logró realizar la maniobra para desenganchar el brazo del receptáculo y obtener las muestras del asteroide y posteriormente cerró la cápsula de reentrada el 28 de octubre, tras el resguardo exitoso de las muestras, los científicos de la misión comenzarán los preparativos para el viaje de vuelta a nuestro planeta, buscando lanzarla a la órbita de regreso a partir de marzo de 2021 para que la OSIRIS-REx suelte la cápsula de muestras, con rumbo a la Tierra, el 24 de septiembre de 2023. Los expertos estiman que Bennu podría pasar más cerca de la Tierra que la Luna en 2135, y posiblemente incluso más cerca entre 2175 y 2195, y aunque es poco probable que nos golpee en ese momento, en el futuro podrán usar los datos recolectados por la sonda para determinar la mejor manera de desviar cualquier asteroide amenazante. Los cuerpos celestes como Bennu son clave para futuros viajes al espacio profundo ya que contienen abundante hidrógeno y oxígeno en los minerales, con los que se podría producir combustible para cohetes, por lo tanto algún día servir como estaciones de combustible para misiones robóticas o humanas.
