El dispositivo de observación que sustituirá al Hubble completó con éxito este fin de semana la última etapa de su despliegue, desdoblando su último espejo principal y alistándose para comenzar a explorar dentro de unos cinco meses y medio cada fase de la historia del cosmos, la primera de sus dos alas fue desplegada el viernes y la segunda en la mañana de este sábado, como se tenía previsto; siendo una tarea compleja y desafiante, pues se trata del proyecto más abrumador que se haya intentado jamás, según la NASA. Los siguientes trabajos para poner en marcha el dispositivo incluyen alinear los elementos ópticos del telescopio y calibrar sus instrumentos científicos y, a principios de esta semana, el telescopio desplegó su protector solar de cinco capas, un aparato en forma de cometa de 21 metros de largo que actúa como una sombrilla, el cual asegura que los instrumentos del Webb se mantengan a la sombra para que puedan detectar débiles señales infrarrojas de los confines del universo. Este escudo quedará permanentemente posicionado entre el telescopio y el Sol, la Tierra y la Luna, con el lado expuesto al Sol construido para soportar temperaturas de 110ºC.
Gráficos: Ismeal F. Mira, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.