Por Carina García y Ángel Salinas
La ex presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados Ruth Zavaleta renunció ayer a su militancia perredista, entre otra razones, porque “la concepción de la nueva izquierda por la que luchamos al interior del PRD fue desplazada por la de seguir dependiendo del candidato en turno”.
“Lo hago convencida de que el camino que toma hoy el PRD no conduce a la construcción de izquierda que requiere el país y los ciudadanos que han confiado en él”, señaló en una carta dirigida al presidente nacional del sol azteca, Jesús Ortega, fechada el pasado 24 de noviembre.
Menciona que en ese partido “se cambia el diálogo por la estridencia y se ha privilegiado la descalificación y la agresión al razonamiento y la solidaridad.”
En la misiva, la ex perredista observa que la nueva izquierda por la que luchó al interior del partido desde que se sumó al Frente Democrático Nacional en 1988, ha sido desplazada por la dependencia del candidato en turno: “se renuncia al fortalecimiento regional y la estrategia de fortalecimiento institucional. Enfatizó que la modificación constante de los preceptos de sus orígenes y destinos del PRD que representa el 13 por ciento del electorado carece de solidez. El partido “entregó su capital político al sumarse a un supuesto Frente de las llamadas izquierdas sin atender su historia ni resolver los problemas que el frente interno de sus izquierdas tiene”.
Aseguró que durante su estancia no se creó una estructura regional para competir, lo que generó limitantes. “Carecemos de instrumentos certeros para dirimir nuestras controversias internas”, consideró.
“Hoy, busco cerrar una etapa que ha sido fundamental en mi vida como persona, mujer, activista y política”.
Las razones
1.- No hemos creado una estructura regional para competir y mantener nuestra presencia.
2.- Carecemos de instrumentos certeros para dirimir nuestras controversias internas.
3.- Nuestra estrategia electoral es, actualmente, impotente ante los retos que se nos presentan.
4.- La discusión sustancial se pretende disfrazar como “traición al pueblo y al partido”. Se niega la posibilidad de los acuerdos satanizando y descalificando a quienes los impulsen y con ello se pierden oportunidades para participar.
5.- La visión bipolar y maniquea se traduce en posiciones diferentes frente a nuestros opositores: hoy perseguimos y rechazamos a quienes hicieron crecer al partido y alojamos y apoyamos a quienes ayer buscaron eliminarlo.
6.- Los ciudadanos se van alejando del PRD y no ven en nosotros una opción de gobierno ni una propuesta confiable. Nuestra radicalidad discursiva genera enconos que seremos incapaces de controlar.
Agravios en su contra
18 de septiembre 2007. El EPR la acusa de olvidar los orígenes de la izquierda mexicana y de “usufructuar las migajas que le brinda el Estado”.
24 de octubre 2007. Gerardo Fernández Noroña, secretario de Comunicación del CEN del PRD, afirma que la presidenta de la Cámara de Diputados, “entregó el cuerpo por un huesito”, luego de que la perredista asistió a un evento con Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón.
5 de febrero de 2008. La diputada federal del PRD Valentina Batres exige la renuncia de Zavaleta. Afirma que ha incurrido en una serie de agravios y ha colocado “en ridículo” a esa fracción por su cercanía con Felipe Calderón.
fdm