Por David Saúl Vela
El homicidio de Edgar Enrique Bayardo del Villar, ex inspector de la Tercera División de Operaciones de la Policía Federal Preventiva (PFP), derivó en una nueva investigación de la PGR hacia el interior de la propia institución.
La indagatoria busca confirmar o desechar la presunción de la fuga de información y omisiones que derivaron en la ejecución del testigo protegido, clave en la llamada “Operación Limpieza”, iniciada por la PGR en 2008.
Bayardo, asesinado el martes en un Starbucks de la colonia del Valle, vivía en la misma casa donde el 20 de noviembre pasado murió Jesús Zambada Reyes, también testigo protegido de la PGR.
Ambos proporcionaron datos sobre las actividades del cártel de Sinaloa o del Pacífico, encabezado es Ismael El Mayo Zambada, tío de Zambada Reyes.
Ricardo Nájera, vocero de la PGR, aseguró que ya declararon todos los agentes a cargo de la vigilancia y custodia de Bayardo y de Zambada.
“Los custodios ya rindieron declaración, hasta ayer en el acta circunstanciada que se inició”, dijo Nájera en conferencia.
Detalló que la PGR no ejercitó acción penal contra Bayardo, pues aunque fue detenido el 22 de octubre de 2008 y arraigado por sus presuntos vínculos con el cártel de Sinaloa o del Pacífico, no se pudo acreditar su responsabilidad.
“Esta persona fue detenida y puesta a disposición del MPF, se llegó a la conclusión de que no había forma de ejercitar acción penal en su contra, pero él manifestó que podía colaborar, cuando se determinó que no había posibilidad de fincarle una responsabilidad, se tomó la decisión de convertirlo de testigo colaborador”, aseguró.
Dijo que Bayardo tenía libertad en la casa como para salir de ella, aunque debía avisar a los agentes que lo custodiaban, para garantizar su seguridad.
Sin embargo, advirtió que a la hora de salir, el pasado martes, Bayardo no avisó y sólo salió con uno de sus colaboradores, José Solís, quien resultó gravemente herido en el atentado y ahora está en el hospital de Xoco.
De hecho, Bayardo salió en una camioneta Thaoe, de su propiedad, cuando debía hacerlo en el vehículo que le proporcionó la PGR.
Con respecto a la muerte de Zambada, Nájera aseguró que está plenamente acreditado que se trató de un suicidio.
Revisan programa de informantes
El titular de la PGR, Arturo Chávez Chávez, ordenó la revisión a fondo de la figura de los testigos protegidos para establecer sus alcances, así como las condiciones en las que se encuentran quienes entran a este programa y la custodia que deben tener, explicó Ricardo Nájera, vocero de la dependencia.
“Derivado de estos dos hechos (la muerte de Jesús Zambada Reyes y la ejecución de Edgar Enrique Bayardo del Villar) el procurador ordenó de manera inmediata la revisión de esta figura y sobre todo revisar cómo se realiza y en qué condiciones están los testigos y las responsabilidades institucionales de custodiar”, advirtió.
El funcionario se negó a revelar cuántos testigos protegidos tiene la PGR ahora, así como las “prestaciones” que tienen, como por ejemplo salario.
Víctima traía $125 mil en cinco cheques
Por Carlos Jiménez
La Procuraduría capitalina halló entre la ropa de Edgar Bayardo del Villar varios cheques, que en conjunto sumaban 125 mil pesos. También traía otros 13 mil pesos en efectivo, en billetes de diferentes denominaciones.
Las autoridades presumen que este dinero lo entregaría a la persona con la que supuestamente esperaba reunirse en el Starbucks, de la colonia del Valle, donde fue asesinado.
Tras la balacera, lo poco que pudo hablar José Solís, chofer de Bayardo quien resultó herido, dijo que su patrón tenía una reunión de trabajo y por eso estaban en la cafetería.
Según los reportes de la Procuraduría del DF, los cheques que hallaron en la ropa de Bayardo eran de una cuenta de Banamex, la cual fue abierta en una sucursal de Cuernavaca, Morelos.
En total eran cinco cheques, uno a nombre de Juana Georgina Bayardo Del Villar, hermana de quien fuera testigo protegido de la PGR. El resto de los documentos estaban al portador.
Personal cercano a la indagatoria, reveló que hasta ayer desconocía cómo fue que el hombre obtuvo los cheques, cuando supuestamente todas sus acciones debían estar vigiladas por la PGR.
Al chofer de Bayardo, quien hasta anoche seguía delicado de salud, las autoridades le encontraron también 10 mil 900 pesos en efectivo.
Peritos de la Procuraduría del DF hallaron un par de huellas dactilares en la camioneta Izuzu que usaron los asesinos de Bayardo y que abandonaron metros adelante.
Además, la descripción que hicieron testigos del crimen permitió que la dependencia elaborara dos retratos hablados de los asesinos.
Los estudios hechos al cuerpo de Bayardo revelan que recibió al menos nueve tiros en la cara, el tórax el abdomen y una pierna.
Según el procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, los peritos hallaron en el lugar dos calibres distintos de bala. Unos eran 9 mm y otros 0.380.
Debido a que todos los testigos coincidieron en que sólo fue una subametralladora la que usaron los sicarios, el procurador dijo que podría ser un arma que tiene capacidad para disparar los dos tipos de calibre.
fdm