Foto Especial
A Nancy Pacheco la pusieron frente a unas jaulas del Zoológico de Chapultepec, donde siete perros están encerrados. Sin dudarlo señaló a tres de ellos. Eran los responsables del ataque que sufrió el pasado 24 de agosto en el Cerro de la Estrella, en Iztapalapa, por lo cual tendrá de por vida cicatrices en los brazos y piernas.
“Esos perros son los que casi me matan… ¡Son esos tres... son tres coyotes!”, les dijo, alzando la voz, a los agentes de la Procuraduría capitalina que desde diciembre pasado investigan la muerte de cinco personas que fueron atacadas por una jauría en el Cerro de la Estrella.
Este testimonio que rindió Nancy Pacheco ante el Ministerio Público la semana pasada, permitió a la Procuraduría capitalina confirmar que al menos tres de los perros tipo Dingo que mantiene encerrados en el Zoológico de Chapultepec, son responsables de ataques a personas.
Aún sin poder caminar bien debido a los injertos de piel que debieron colocarle los médicos en ambas piernas, y con los brazos marcados por decenas de cicatrices, la joven fue llevada el pasado lunes por policías capitalinos a las instalaciones del zoológico.
Y fue ahí donde señaló a los tres animales detenidos hace unos días.
Un perro tipo Dingo color paja, otro negro con una mancha blanca en el cuello y uno más color café, son los animales que, a decir de la joven, la agredieron aquella noche. Le arrancaron la piel de los brazos y las piernas.
Su trabajo como portera en una unidad habitacional en Iztapalapa la obligaba a cruzar a diario por las faldas del Cerro de la Estrella. Así sucedió aquel viernes. “Venía del trabajo. Iba caminando cuando me salió uno de los perros y se me aventó”, contó a La Razón.
Nancy mide alrededor de un metro con 40 centímetros. La poca fuerza en sus brazos y sus piernas no le permitieron defenderse. En un instante uno de los animales la derribó. “Empecé a gritar y pedir ayuda, eran como 15 perros los que ya tenía encima”, recordó.
Una señora que pasaba por ahí alcanzó a escucharla y aprisa llamó a otros vecinos. Con palos y piedras se acercaron a ayudarla y lograron ahuyentar a los feroces animales.
“Estaba yo tirada y me estaba saliendo mucha sangre, tuvo que venir una ambulancia por mí y me llevó al hospital y ahí me tuvieron dos semanas”, refirió.
Nancy permaneció dos semanas hospitalizada. Y en recuperación un par de meses más. Durante ese tiempo los médicos la sometieron a cuatro cirugías.
Le hicieron algunas reconstrucciones y le pusieron un par de injertos.
Las marcas de ese ataque de perros serán permanentes.
Los tres perros que ella señaló, aún son estudiados por peritos de la Procuraduría capitalina. De acuerdo con funcionarios de la dependencia en los próximos días se dará a conocer el resultado de estos análisis.