La extracción de agua del subsuelo en la capital del país aumenta el riesgo de sismos y agrava los hundimientos de terreno, según el Análisis de vulnerabilidad física a la subsidencia, hundimiento y fracturamiento de la Ciudad de México, realizado por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
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— UNAM (@UNAM_MX) 21 de octubre de 2017
El estudio confirmó que hay zonas como Tláhuac o Xochimilco, donde el hundimiento de terreno alcanza los 30 centímetros anuales, un caso inaudito en estudios geológicos de todo el mundo.
El análisis de la UNAM urge a redefinir y actualizar las zonas de riesgo sísmico con los datos obtenidos en los últimos años
La especialista en fracturas geológicas, Dora Carreón, explicó que en la década de 1970 se decretó una veda de pozos de agua en la zona centro de la Ciudad. La extracción del agua se trasladó a la zona oriente, ahora, la más afectada por los hundimientos.
Carreón consideró que de continuar con la política de extracción de agua subterránea habrá qué ver que es un factor que detona las fracturas, también recalcó que el referido análisis debe servir para puntualizar zonas vulnerables a la actividad sísmica.
Las fracturas que tienen que ver con las zonas de sedimentos lacustres y volcanes, explicó, se originan en el borde de la Sierra de Santa Catarina de Iztapalapa y en Tláhuac, y en la parte norte de la Sierra del Chichinautzin, en Xochimilco.
También hay puntos rojos en las delegaciones Cuauhtémoc y Benito Juárez, que forman parte de dos fallas geológicas muy grandes (Mixhuca y Copilco), advirtió la investigadora de la UNAM.
Después de publicado el estudio, su contenido fue integrado al Atlas Nacional de Riesgo elaborado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres.
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ag