Cuando el ingeniero marroquí Hassan “A” despertó, supo que su noche de fiesta con amigos no terminó como esperaba, pues las mujeres a las que habían “conquistado” en el bar La Chilanguita, en Polanco, en realidad eran un trío de ladronas: cuando las llevaron a su departamento, ellas los drogaron con una sustancia que agregaron a chocolates y a unas cervezas, los desmayaron y al final los robaron.
Horas después, cuando pudo reaccionar, descubrió que las jóvenes se llevaron teléfonos celulares, dos computadoras, relojes, carteras… casi 100 mil pesos en un botín.
De acuerdo con informes de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), fue este fin de semana cuando el ingeniero en telecomunicaciones y unos amigos, también marroquíes, decidieron ir al bar ubicado en Presidente Masaryk.
El Dato: En noviembre pasado se dio a conocer que dos mujeres usaban Tinder para enganchar hombres, drogarlos y robarlos, se les conoció como las “goteras VIP”.
Ahí estuvieron por un tiempo hasta que hallaron a estas jóvenes. Bebieron un poco con ellas y luego éstas les propusieron seguir la fiesta en un hotel.
El ingeniero las invitó a su departamento ubicado en Lago Zúrich, pero fue ahí donde finalmente los robaron, detalla el expediente (CI) CI-FMH/MH2/UI-1S/D1544/12-2017.
Según contó, cuando iban rumbo al departamento pasaron a una tienda para comprar cervezas. Sin embargo, no se las vendieron por la hora y sólo compraron chocolates.
Cuando estaban por llegar al departamento, una de las mujeres les dijo que llamaría a un taxi Uber para que les consiguiera las cervezas. Así sucedió: aquel supuesto Uber llevó las botellas hasta el departamento.
El ingeniero en telecomunicaciones narró que las mujeres entraron al baño por unos minutos y al salir los sedujeron y “casi los obligan” a comer chocolates. Sólo les dieron unos sorbos a las cervezas y entonces comenzaron a perder el conocimiento.
“Mi amigo se quedó dormido, traté de despertarlo dándole cachetadas, pero no reaccionó, de pronto veo a Khalid dando tumbos, le hablé, pero no podía articular palabra y se quedó dormido, eso es lo último que recuerdo”, declaró el hombre cuando recuperó el conocimiento. Ya los habían asaltado para entonces.
