Fingen ser turistas para delinquir... y los plagian

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Foto: larazondemexico

Apenas tenían dos meses en la Ciudad de México. En sus documentos de ingreso al país aseguraron que venían como turistas. La realidad es que aquellos dos colombianos venían a delinquir.

Se trata de dos hombres que el miércoles por la tarde fueron raptados en el restaurante El Fogón Argentino, de la delegación Cuauhtémoc, por sujetos que fingieron ser policías ministeriales.

A uno de ellos lo mataron y dejaron su cuerpo dentro de una camioneta que abandonaron en el Viaducto; al otro lo dejaron herido en la colonia Obrera.

La Procuraduría capitalina reportó que el que murió fue identificado como Pablo Yecid Alfonso Niño, originario de Berbeo, Colombia, y tenía 49 años de edad. El que sobrevivió dijo llamarse Yilmar Wladymir Vargas Martínez, de 31 años. Estaba armado sin tener permiso para ello.

En principio, Yilmar trató de engañar a las autoridades al decir que era hijo del director de la Interpol Colombia, general de la Policía Nacional Jorge Luis Vargas Valencia; después dijo que su papá era Marco Antonio Vargas, un criminalista de ese país.

Según él, su estancia en la CDMX se debía a que planeaban poner una escuela de criminalística para agentes de la Procuraduría capitalina y otras corporaciones.

Contrario a lo que contó a las autoridades, en sus documentos de ingreso al país registró que su estancia era turística.

La Razón obtuvo la Forma Migratoria de uno de estos hombres. En ella, Alfonso Niño, quien llegó a la ciudad el 16 de marzo, declaró que venía como turista.

Las indagatorias, que forman parte del expediente CI-FCH/CUH-7/UI-2 S/D/01657/05-2018, indican que este hombre se hospedaba en un hotel de Polanco. Hasta ayer por la tarde nadie se había presentado para identificarlo.

Vargas Martínez aseguró que el día que él y Pablo Yecid fueron raptados, estaban en el restaurante porque supuestamente se iban a reunir con un grupo de Policías de Investigación (PDI). Ambos estaban con un amigo que vive en Jalisco, y esperaban hablar del negocio cuando hombres vestidos de traje llegaron por ellos.

Las autoridades indagan cuáles son los verdaderos motivos de su estancia. Por el arma, las mentiras que ha dicho, y la forma en que los raptaron, todo apunta a que formaban parte de una banda delictiva.

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