Porros reclutan con mentiras y no dejan zafarse, revela alumna de CCH

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Foto: larazondemexico

A Artemisa la reclutaron a base de mentiras. Un día, una de sus compañeras le pidió acompañarla con “unos amigos” afuera de la escuela, sin saber la pesadilla que significaría para ella, pues a partir de ese momento pasó a formar parte de un grupo de porros que opera en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur.

“Me reclutaron a base de mentiras. Un día una muchacha me dijo que si quería ir afuera del plantel, que es donde se reúnen, nunca me dijo que eran porros. Ahí me presentó al grupo como “su novata”. Yo les dije que venía a acompañarla nada más, pero Junior me dijo que se trataba de un grupo que se ponía afuera del plantel a beber y que si no tenía clases podía estar ahí”, narra.

El dato: El pasado viernes fueron expulsados otros cuatro estudiantes de la UNAM por la agresión del 3 de septiembre; ya suman 35.

Esta es la forma como las autoridades documentaron la operación de los grupos porriles en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). La Razón tuvo acceso al testimonio de Artemisa, una de las presuntas víctimas de Alberto Zaid “N”, alias Junior, líder del Grupo Estudiantil Sur (GES) del Colegio de Ciencias y Humanidades Sur.

En su narración, la menor, estudiante de quinto semestre, recordó que su novatada fue entrar con ropa al Río Magdalena, en Magdalena Contreras, mientras un grupo de porros de “antaño” o más viejos, realizaba descargas eléctricas para amedrentarlos a ella y a los demás novatos.

A partir de ese momento, le gustara o no, Artemisa comenzó a formar parte de Las Haraganas, grupo femenil del GES: “accedí a darles mi número y fue el peor error de mi vida; me metieron a un grupo de puras mujeres”.

De acuerdo con el expediente abierto por las autoridades, en octubre de 2017 Junior se integró a un grupo en redes sociales integrado por personas autodenominadas porros. Luego, mediante una aplicación, exigía a los usuarios, principalmente a los menores de edad, asistir a las “novatadas”, donde eran obligados a realizar diversas actividades, en ocasiones con resultados que dejaban lesiones graves.

También organizaba reuniones donde los estudiantes consumían bebidas alcohólicas y drogas en exceso; los obligaba a golpearse entre ellos o agredir a personas que transitaban afuera del colegio. Si alguno se negaba, lo amenazaba de muerte.

“(Un día) Junior mandó un mensaje de que había junta obligatoria y que quien no fuera la iba a “pasar” (golpear). En esa junta me doy cuenta que eran porros, porque empezaron a pedir dinero para jerseys y fiestas. También dijeron que era obligatorio que fueras a los aniversarios”, narra Artemisa.

“Fui al aniversario de CCH Vallejo, en donde los porros son muchos, fuimos hasta Tulpetlac (Ecatepec, Estado de México), era un auditorio municipal; no nos dejaban salir porque era obligatorio estar unas horas”, señala.

Además de estas actividades, los novatos también tenían que “reclutar” a otros compañeros, de lo contrario, tendrían que “pagar” por su falta. Además, como mecanismo de control debían pagar diversas cantidades, desde 10 hasta 150 pesos, para financiar sus fiestas, en las que obligaban a los jóvenes a consumir grandes cantidades de alcohol y a estar en contacto con otras drogas.

En su narración, la menor también recordó una de las fiestas del GES, donde “picaron a uno de los que estaban en la misma situación que yo, novatos, y nos echamos a correr al Metro”. En ese momento supo que salir de aquel grupo sería difícil.

La madre de Artemisa recurrió al Jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, a quien le dirigió una carta para narrarle lo que vivía su hija. También presentó la denuncia CI-FCY/COY-1/UI-3/C/D/ 03089/08-2018 ante la Fiscalía Desconcentrada de la Procuraduría General de Justicia en Coyoacán, contra del líder de este grupo.

El viernes, agentes de la Policía de Investigación detuvieron a Alberto Zaid “N” en la colonia Ajusco, en la alcaldía de Coyoacán, en cumplimiento a una orden de aprehensión en su contra por el delito de extorsión agravada.

Durante la audiencia inicial, el juez de control calificó de legal su detención y ratificó la medida cautelar de prisión preventiva, por lo que fue ingresado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente. En tanto, la defensa solicitó la duplicidad del término constitucional, por lo que la definición de su situación jurídica se postergó para el 24 de octubre.

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