Pavel “N”, el único agresor detenido por el homicidio del escolta del arzobispo primado emérito Norberto Rivera, el pasado 21 de octubre, fue ingresado al Reclusorio Sur, luego de haber sido dado de alta del hospital de Lomas Verdes en Naucalpan, Estado de México, en donde ingresó con heridas de bala.
Luego de rendir su declaración ante el Ministerio Público de la Fiscalía General de Estado de México, el miércoles pasado, en la que aceptó que se trató de un intento de robo a casa-habitación, la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) cumplimentó la orden de aprehensión y lo puso a disposición de un Juez de Control.
En las próximas horas se realizará la audiencia inicial, en la que se solicitará a la autoridad jurisdiccional la vinculación a proceso por el delito de homicidio calificado, por disparo de arma de fuego.
Los trabajos periciales y de gabinete realizados por la Policía de Investigación (PDI) permitieron ubicar al inculpado horas después de la agresión, quien posteriormente fue identificado por un testigo como uno de los partícipes del homicidio.
Con apoyo de las investigaciones realizadas se estableció que desde 2012, el inculpado cuenta con antecedentes penales en el estado de Guerrero por el delito de encubrimiento por complicidad, tras ser detenido con un automóvil con reporte de robo con violencia.
La procuraduría sigue las investigaciones para detener a los copartícipes, de quienes ya hay retratos hablados; mientras que el procurador Edmundo Garrido puntualizó que aún no se deslinda algún tipo de ataque dirigido contra el religioso.
