La zona boscosa de la alcaldía de Tlalpan es propicia para el arrojo de cadáveres de hombres y mujeres, práctica que se ha vuelto imprevisible para las autoridades de la demarcación, reportó la fiscal desconcentrada de la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) en esa alcaldía, Alicia Rosas Rubí.
Agregó que las condiciones de la demarcación, en donde 312 kilómetros de bosque colindan con Morelos y el Estado de México, la convierten en un espacio propicio para abandonar cuerpos, además de que en la zona no hay cámaras del gobierno de la ciudad que los ayude a la identificación de los responsables.
“Son digamos, situaciones propicias para este tema, en ese lugar no hay cámaras, son lugares obscuros, son lugares deshabitados, cuando vamos a hacer algunas diligencias se nos complica la llegada e incluso se nos complica la comunicación”, señaló.
El pasado fin de semana se realizó el hallazgo de los cuerpos de una mujer de 30 años, de un hombre extranjero y de una menor de 17 años de edad. El primer caso se trató de Lluvia Paulina extraviada el 30 de octubre pasado, quien fue asesinada por asfixia y desmembrada en algunas de sus extremidades, además su pareja sentimental, de nacionalidad colombiana, recibió disparos de arma de fuego en la cabeza.
Datos preliminares establecen que ambos se dedicaban a la compra y venta de autos y que salieron un día antes de su desaparición. De acuerdo con la carpeta de investigación, grupos de narcomenudistas son señalados como los principales autores del “levantón” y del asesinato de Lluvia Paulina Aguirre González y su novio, el colombiano Jerli Stive Rodríguez Castillo.
Él fue encontrado embolsado y con huellas de tortura el pasado viernes 2 de noviembre a un costado de la carretera México-Cuernavaca a la altura del kilómetro 35. Ella apareció muerta al día siguiente sobre la avenida México-Ajusco, en la colonia Magdalena Petlacalco, delegación Tlalpan.
El segundo caso, se trata de una menor de edad de 17 años, en situación de calle, quien fue hallada desnuda. Hasta el lunes, cuando la fiscalía de Tlalpan remitió ambas carpetas a la Fiscalía Central de Homicidios, la menor no había sido identificada por ningún familiar.
Aunque los eventos no tienen relación, la PGJ trabaja para identificar si fue la zona boscosa donde se cometieron los feminicidios.
kl