Cada que cae la noche, la calle Refugio, en la colonia Nativitas, alcaldía Benito Juárez, enmudece por su quietud. Sin embargo, el barullo, las sirenas y las luces de patrullas y ambulancias, rompió la mañana de ayer la tranquilidad de la zona, pero más fue la sorpresa de sus habitantes al saber qué lo ocasionó: uno de sus vecinos, un niño de apenas 12 años, mató a su medio hermano, de tan sólo cuatro.
A las 06:00 horas de ayer, las autoridades atendieron el llamado de emergencia al interior de un domicilio en esta calle. Paramédicos certificaron el deceso de un pequeño por heridas con arma punzocortante.
De acuerdo con los reportes preliminares, fueron los propios padres quienes pidieron la presencia de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). El niño de 12 años fue trasladado, en compañía de su padre, a la Agencia 57 de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niñas, Niños y Adolescentes, donde continuarán las indagatorias para esclarecer el homicidio.
El Dato: Los niños de 12 a 14 años son inimputables porque no se les puede imponer medidas cautelares o sanciones privativas de libertad sino seguimiento institucional.
Algunos vecinos dijeron a La Razón que terceras personas alcanzaron a oír gritos en la noche, pero ninguno logró explicar con certeza lo que ocurrió. En lo que sí coincidieron, fue que la familia que habitaba en el número 75 era muy hermética y tenía muy poco contacto con su entorno.
“Eran muy herméticos. No se les veía mucho. Aquí todos nos conocemos, tenemos contacto entre los vecinos. Ellos salían lo necesario. Yo llegué a ver a los niños, pero no se vía nada raro en ellos”, comentó Paris Hernández, quien aseguró tener 40 años viviendo en dicha colonia.
La empleada de una tintorería cercana comentó que hasta el día de los hechos supo que ambos infantes eran medios hermanos, pero “los veíamos como una familia normal, venían a pedir el servicio aquí muy pocas veces en realidad”.
De acuerdo con la Ley Nacional de Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes el menor podrá recibir una pena de internamiento, aunque sí la aplicación de una medida cautelar que deberá seguir en libertad.
Al respecto, la especialista en delitos cometidos por menores y directora general de la organización Reinserta, Mercedes Castañeda, explicó que este hecho tiene un “hueco enorme en la ley”, porque el menor no va a poder ser juzgado ni recibir una sentencia, pero tampoco se le debe criminalizar.
En entrevista con La Razón señaló que delitos de alto impacto cometidos por menores están relacionados con temas de violencia en el desarrollo, consumo de sustancias o por tener un entorno familiar relacionado con la vida delictiva; sin embargo, dijo, este caso no puede ser generalizado.
“Necesitamos ver si el menor tenía alguna patología o saber qué estaba pasando en esa familia. Estos niños no estaban recibiendo la educación o tiempo de juego y libertad que requieren los niños, por lo que representa un riesgo bastante grande”, enfatizó.
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