Personas vulnerables, sin ayuda institucional en escaleras de Línea 7 del Metro

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Foto: larazondemexico

A pesar de las medidas de mitigación que determinó el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro para cubrir el cierre de las escaleras electromecánicas en la Línea 7, que corre del Rosario a Barranca del Muerto, usuarios señalaron que esta medida los ha afectado en sus labores cotidianas.

La semana pasada, la directora del SCT, Florencia Serranía, informó el cierre de escaleras en distintas estaciones, como Mixcoac, San Antonio, Auditorio, Constituyentes, Tacubaya y Barranca del Muerto debido a que no cumplen con los requisitos mínimos de seguridad para su uso, por lo que serían sometidas a mantenimiento.

El plazo que el propio STC se dio para cubrir las estaciones fue ayer, 19 de marzo; sin embargo, durante un recorrido realizado por La Razón no se observó a ningún elemento —quienes usarían distintivos de color anaranjado para ser ubicados.

Otra de las medidas de mitigación anunciadas fue que, a partir de ayer y hasta el domingo 24 de marzo, la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) ofrecería servicio gratuito de 20 de sus unidades afuera de la Línea 7, en el horario habitual en el que labora el Metro, de 5:00 a 24:00 horas.

“Este es mi paso de todos los días; me cuesta trabajo subir las escaleras, pero no tengo de otra, vengo de San Lázaro, ¿de qué me sirven los camiones si yo me bajo aquí?”, dijo a La Razón, Roberto, un comerciante de 76 años quien, de lunes a viernes, hace uso de la estación Tacubaya para llegar a su trabajo.

“Sí me cuesta trabajo subir, yo sí pensé que habría gente aquí para ayudarnos o que se haría algo. Lo bueno es que no va a durar mucho, sino sería bien difícil”, añadió, antes de subir por las escaleras con ayuda de su bastón y con un par de bolsas de plástico en mano.

De acuerdo con el STC, se destinaría a 50 elementos de apoyo: 30 en el turno matutino y 20 voluntarios en el vespertino.

“Lo malo es que no hay nadie a quién pedir ayuda si alguien lo necesita; son muchas escaleras y la gente grande no va a poder. Está pesado, sobre todo para la gente mayor”, comentó otra usuaria.

A esta situación, se sumó el caos que ya se ha vuelto cotidiano en el Metro, pues en ocho de las 12 líneas se reportó “servicio lento” en hora pico. La situación se agravó en la estación San Antonio, de la Línea 7, donde tuvo que desalojarse un tren para la revisión de su mecanismo de cierre de puertas, lo que desató el retraso de hasta 20 minutos en los viajes y la aglomeración de los usuarios.

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