Una ojiva de bala calibre nueve milímetros fue la causante del fallecimiento de la estudiante de 18 años, Aideé Mendoza, la cual presumiblemente pudo haber llegado desde afuera del salón donde tomaba clases.
Fuentes judiciales confirmaron que luego de la necropsia realizada al cuerpo de la alumna, arrojó el tipo de calibre, el cuál fue remitido al Ministerio Público de la Fiscalía Central de Investigación para el delito de Homicidio, para ser agregado a la carpeta de investigación en curso.
La madrugada de este miércoles, terminaron de declarar los 10 estudiantes que se encontraban al interior del salón, mismos que coincidieron en que a las afueras del mismo se encontraban al menos cuatro personas, por lo que autoridades investigadoras no descartan que una bala perdida fuera la que se incrustó en el cuerpo de Aideé.
Sin embargo, a 48 horas de haberse cometido los hechos, aún no queda clara la mecánica de hechos para determinar la procedencia del disparo.
Más temprano, el jefe de la policía capitalina, Jesús Orta Martínez señaló que aún no queda establecido el móvil del asesinato y descartó la hipótesis de que se tratara por no haber pagado una extorsión por parte de grupos porriles al interior del plantel.
Precisó que han analizado otras hipótesis, algunas “inverosímiles”, por lo que aún es una incógnita el motivo por el cual se accionó un arma de fuego al interior del plantel.
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