La diversión de una menor de 17 años que acababa de asistir a una reunión con sus amigos, quedó en las sombras, cuando cuatro presuntos policías la violaron a bordo de lo que describió como una patrulla de la policía capitalina.
El 2 de agosto la joven fue invitada por una de sus compañeras de escuela a su casa ubicada en la colonia la Petrolera, Azcapotzalco, donde la llevó su mamá para saber con quienes conviviría su hija.
En la fiesta, que empezó alrededor de las siete de la noche, estaban presente vecinos de la menor, quienes le dijeron a la mamá que se regresarían juntos, y que de paso dejarían a la joven cerca de su casa.
Luego de convivir un rato, la joven y sus compañeros decidieron regresar a sus hogares, por lo que solicitaron el transporte privado a través de una plataforma digital.
Sus amigos la dejaron a dos calles de su casa cerca de las 1:30 horas del tres de agosto, pues ellos se dirigían a otra parte. La joven descendió del automóvil en la calle Nopatitla, entre Tepanecos y San Sebastián, donde al avanzar tan sólo unos pasos una patrulla se le emparejó.
A pesar de que las luces de la torreta obstruían su vista, la menor se percató de que en la unidad viajaban cuatro sujetos que vestían de azul marino, quienes la estaban observando, de inmediato tocó el timbre de una casa, porque tuvo un mal presentimiento.
Sin embargo, nadie le abrió, por lo que los supuestos policías, le dijeron que si la “llevaban a su casa”, a lo que la menor contestó que ahí vivía uno de sus tíos y que su casa estaba a una cuadra.
En el expediente CI-FDS/FDS-4/UI-FDS-4-01/00487/08-2019 quedó asentado que el individuo que iba sentado en el asiento del copiloto descendió y la sujetó del brazo, subiéndola a la parte trasera de la patrulla donde estaban otros dos sujetos.
La víctima relató que el copiloto subió otra vez a su asiento y la sometió de los antebrazos, contra el respaldo de su asiento, y fue cuando los supuestos oficiales le quitaron la ropa.
La joven narró al Ministerio Público que uno por uno la violaron entre risas y pláticas que la víctima no recuerda pues ella sólo buscaba zafarse, pero debido a la corpulencia de sus agresores no pudo lograrlo.
Después, los presuntos policías, que traían insignias de la corporación, lanzaron de la unidad a la víctima a quien dejaron en medio de la calle.
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