A una semana de obtener la libertad condicionada, Roberto Gregorio “N”, quien estaba preso por golpear a su madre y a su hermana, intentó asesinar a su papá a machetazos; sin embargo, fue salvado por Güero, un perro de la raza pitbull que recibió la agresión en lugar de su dueño.
El 27 de diciembre pasado, el sujeto de 37 años regresó a las calles luego de que su mamá le otorgara el perdón por haberla golpeado a puñetazos, delito que lo llevó por segunda ocasión a la cárcel.
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Roberto prometió al juez y a su familia reformarse de sus adicciones, por lo que, como medidas cautelares, le fue impuesto un tratamiento contra las drogas y una firma periódica cada 15 días ante el juzgado.
No obstante, el sábado pasado, el hombre tuvo una recaída y llegó con un machete a casa de su padre, localizada en la colonia Casas Alemán, Gustavo A. Madero, para intentar amedrentarlo.
“¡Te vas a morir, maldito! ¡Deja que entre y vas a ver!”, gritó el exconvicto afuera del domicilio, lo que alertó a los vecinos de la zona, quienes presentaron una denuncia ante la Procuraduría capitalina.
En el expediente CI-FGAM/GAM-5/UI-3 C/ D/00024/01-2020, al que tuvo acceso La Razón, quedó asentado que Roberto iba drogado y alcoholizado, logrando entrar al hogar de sus padres, quienes al ver sus intenciones trataron de escapar por una puerta de atrás del inmueble.
Los gritos del sujeto alteraron a Güero, que tenía cuatro meses de haber sido adoptado. El can impidió que el hombre pasara a las recámaras, por lo que éste lo agredió con el machete varias veces.
Los lamentos del perrito alertaron a su dueño del daño que su hijo le hacía, por lo que el hombre de la tercera edad se encargó de resguardar a su concubina para luego intentar volver por su mascota.
Pasaron más de cuatro horas, cuando el papá de Roberto regresó a su hogar, donde al intentar abrir la puerta vio a su hijo, quien le volvió a advertir que si entraba lo iba a matar. Por un orificio del zaguán, el dueño del inmueble vio a su mascota tirada en el suelo sobre un charco de sangre.
Un día después, los vecinos vieron que el exconvicto salió del domicilio, oportunidad que aprovecharon para llamar a la asociación protectora de animales Mundo Patitas, para que rescataran al pitbull.
Ahora Güero se recupera de las más de 12 heridas, y sus gastos y cuidado corren a cuenta de la presidenta de la organización, Norma Huerta.
JVR