Alfredo, oriundo de Sonora, está en contra de la aplicación de vacunas a menores, pues asegura que “a los niños les afectan” y, por ello, no va a vacunar a su futuro hijo.
“Mi esposa tiene tres meses de embarazo; por mí no le pongo vacunas, ésa es de las pláticas que hemos tenido porque no estoy de acuerdo en que a los niños tan chiquitos e indefensos se les metan tantas cosas que nadie investiga, pero dañan. Apenas va a nacer mi bebé, es mi primer hijo y no estoy de acuerdo en ponerle vacunas”, comentó a La Razón.
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Al respecto, Carlos Sandoval Jaime, miembro de la Red Mexicana de Virología (RMV), indicó que aunque en México el movimiento antivacunas no está tan expandido como en otros países, que la gente no se vacune sí representa un riesgo para la salud e indicó que los “reclamos son infundados”, ya que no tienen ningún soporte de la comunidad científica.
“Si se comparan los efectos secundarios de las vacunas, como pudiera ser y no es generalizado, éstos no se comparan ni remotamente con los problemas que se podrían acarrear de estar enfermo”, dijo.
Explicó que dicho movimiento surge de un documento publicado en 1998 (por el médico británico Andrew Wakelfield), en donde se asegura que algunas vacunas se relacionan con la aparición del autismo.
Expuso que aunque se comprobó que la información del texto era falsa, dicho informe generó “una ola de desconfianza hacia las vacunas y lo que ha traído como consecuencia es la reaparición de enfermedades que se habían mantenido controladas, como el sarampión”.
Julia Álvarez, quien vive en Monterrey, también consideró que algunas vacunas pueden ser tóxicas, e incluso causar la muerte y señaló que las autoridades deben informar cuáles son los componentes de las vacunas y sus efectos adversos.
“Creo que es una barbaridad poner tantas vacunas a un bebé, cuando su sistema inmunitario no está maduro ni preparado para crear anticuerpos. Antes de los dos años la mamá pasa los anticuerpos a través de la leche materna. Hay médicos que han relacionado las vacunas con enfermedades inmunológicas y neurológicas incluso con la muerte súbita”, apuntó Álvarez, quien sostuvo haber revisado varios artículos que respaldan su postura.
Mencionó que existen casos de “muertes no registradas”, de personas que contrajeron enfermedades aún vacunadas”.
Mónica Rodríguez vacunó a sus hijos hasta los seis años de edad, después optó por no dar continuidad al esquema.
“Siento, pienso, que si se las pongo, le va a dar alguna enfermedad, porque creo que es así, que si le pongo la vacuna de la influenza, por ejemplo, le va a dar”, dijo.
Rodríguez Zavala tampoco participa en las campañas de vacunación, ni atiende a las alertas que emiten las autoridades de salud para prevenir contagios, pues “mi fe es grande, no temo al riesgo, porque mi fe es grande y pienso: no pasa nada”.
Cuestionada respecto a los casos de sarampión que confirmó el Gobierno capitalino, en la Ciudad de México —en 16 personas antecedente vacunal—, la mujer aseguró que no teme enfrentarse a pasar por un caso como ése; “yo estoy protegida, no necesito una vacuna”.
Por su parte, Miguel Ángel Nakamura del ISSSTE, explicó a La Razón que el primer contagio registrado, de la menor de ocho años, corresponde a “un breve” desabasto de vacunas internacional que vivió nuestro país hace dos años, “como no la hubo (su vacuna) en su momento, quizá la mamá la dejó para después”, por lo que afirmó que no se trata de un hecho frecuente en el país, el cual está preparado para enfrentar un brote “tan es así que ya se tienen identificados los casos y ya se inició el cerco epidemiológico”.
Comentó que “México ha mantenido un programa de vacunación muy eficiente por años, que tuvo un problema de abasto no por causas del país, sino de desabasto internacional, y es lo que estamos viendo en la capital dle país”.
Agregó que “México es un país provacunas, si bien sí hay grupos antivacunas, todavía no tienen el impacto de otras naciones de Europa o África. Aquí la gente todavía reclama sus vacunas, e incluso si no se las aplican demandan”.
El dato: En México, la última epidemia de sarampión ocurrió en el periodo de 1989-1990, en el cual se reportaron 89 mil 163 casos.
En tanto, el doctor Jorge Baruch Díaz Ramírez, responsable de la Clínica de Atención Preventiva del Viajero, sostuvo que los esquemas de vacunación cumplen con más de 95 por ciento de cobertura.
Explicó que el brote localizado en Álvaro Obregón podría resolverse con el cerco epidemiólogo, pero también reforzando las campañas de vacunación
Y registran dos casos en el Estado de México
Gabriel O’Shea Cuevas, secretario de Salud del Estado de México, informó que se registró un primer caso de sarampión en el municipio de Ecatepec, por lo que se realizó un cerco epidemiológico de 25 manzanas.
Detalló que la paciente es una niña de un año de edad, quien no tenía la vacuna y se encuentra estable, aunque desconocen si se contagió porque los padres no la llevaron a aplicarse la dosis.
Posteriormente, Víctor Torres, director del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades de la entidad, dio a conocer que se monitorea un caso sospechoso en el municipio de Nezahualcóyotl.
Sin precisar mayores datos de la posible persona afectada, el funcionario indicó que el periodo de incubación permite la revisión y están en esperan de análisis y la confirmación de si es positivo o negativo.
