Un grupo de personas llevó la protesta a otro nivel al manifestarse haciendo ejercicio en la plancha del Zócalo capitalino para demandar la apertura de los gimnasios que se mantienen cerrados por la epidemia de coronavirus.
Con sentadillas, brincos y 'lagartijas', alrededor de 50 manifestantes--trabajadores, usuarios y propietarios de gimnasios--exigieron al gobierno que les permitan abrir sus establecimientos, pues, señalaron, son de los pocos giros que aún permanecen cerrados debido a la emergencia sanitaria.
Sin marchas ni plantones, pero sí con "desplantes", tenis y ropa deportiva, los hombres y mujeres dieron una demostración de sus capacidades físicas bajo el sol de mediodía en la plancha del Zócalo.
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De acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México, mientras el semáforo esté en naranja ni los gimnasios, ni los deportivos públicos, pueden retomar sus actividades normales, sin embargo los dueños de los espacios propusieron a las autoridades la reapertura al 30 por ciento de su capacidad, pues aseguran que están al borde de la quiebra ante la falta de clientes e ingresos.
Los manifestantes aplicaron el ya clásico "sin miedo al éxito, papá" y hasta reta de lagartijas tuvieron con un oficial de tránsito.
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