Cómo pedalear puede salvarte del COVID-19

Bici, segura para evitar contagios, pero… “aún nos avientan el carro”

El transporte público impide guardar la sana distancia; cada vez más ciclistas llenan las vialidades capitalinas, aunque los obstáculos siguen

Ciclista transita la avenida Juárez, con medidas de prevención ante el COVID-19
Ciclista transita la avenida Juárez, con medidas de prevención ante el COVID-19 Cuartoscuro

“No hay mejor transporte para guardar la sana distancia que la bici, pero aún nos avientan el carro”, dice Carolina Ledezma, quien lleva años transitando Ciudad de México a dos ruedas.

En el transporte público es prácticamente imposible guardar la sana distancia, el peligro de contagio de COVID-19 es latente. El mismo miedo que limita a usar Metro, Metrobús o peseros es el que impulsó a decenas de capitalinos a optar por la bicicleta, incluso para quienes no estaban tan familiarizados con andar a dos ruedas.

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Pero nadie garantiza aún la seguridad a los usuarios. A decir de Carolina, en estos tiempos también se necesita un buen sistema de señalética, porque una limitante para montarse en una bici es el comportamiento de los automovilistas, quienes ya sea por intolerancia, desconocimiento o falta de cultura vial evitan que los ciclistas puedan transitar sin que esta práctica sea un deporte de alto riesgo.

Considero que el uso de señalamientos sería importante, ya que muchas personas no ven a la bici como un medio de transporte por el miedo a que les pase un auto cerca y les abra la puerta o los aviente
Carolina/Ciclista

Desde hace cinco años, Daniel Flores también usa la bicicleta como su principal medio de movilidad porque la mayoría de sus trayectos son cortos y por los beneficios que trae a su salud. Durante esta contingencia es un ciclista de tiempo completo, por el temor que le causa abordar el transporte público, al considerarse espacios de alto contagio.

En los últimos meses, durante los cuales la ciudad ha estado bajo medidas de restricción, el joven ha visto a más gente en bici; sin embargo, siente que falta mucha infraestructura, sobre todo en alcaldías como Xochimilco y Milpa Alta, dos zonas que tienen uno de los mayores registros de casos activos.

El impulso que ha tomado la bici ha sido magnífico y, si bien se ha trabajado en políticas públicas para fomentar su uso y bajarse del automóvil, hace falta mucho camino por recorrer
Daniel/Ciclista

PEDALEAR CONTRA LAS EMERGENCIAS

Una bicicleta promedio pesa aproximadamente 12 kilogramos, aguanta algunos baches de la capital mexicana, aguanta hasta 100 kilos de quien la conduce, quizá un poco más... aguanta a usuarios que se resisten a los estragos de un virus que se niega a abandonar al mundo.

Radiografía de la bici mecánica en el programa capitalino Ecobici
Radiografía de la bici mecánica en el programa capitalino Ecobici
Radiografía de la bici eléctrica, del programa capitalino Ecobici
Radiografía de la bici eléctrica, del programa capitalino Ecobici

Pero ésta no es la única emergencia en la que las dos ruedas han demostrado ser el único medio de transporte que no se detiene, pues provocó el mismo efecto en el sismo del 19 de septiembre de 2017 y en 2019, cuando el robo de combustible era la noticia diaria, comentó Areli Carreón, alcaldesa de la bicicleta y una de las fundadoras de la asociación civil Bicitekas.

No es casualidad que ahora sea considerada un vehículo y no un simple objeto de recreación, el camino llevó años. Hace poco más de dos décadas, cuenta Areli, los ciclistas eran bichos raros; su grupo era tan limitado que entre ellos eran capaces de identificarse cuando rodaban en las calles, sus antecesores fueron los vendedores de barrio.

Poco a poco se transformó la percepción de que la bicicleta sólo era una opción recreativa o deportiva o un estigma para los estratos sociales más bajos, algo así como “no tiene nada; pero tiene una bici”.

Beneficios de la bici en la movilidad urbana ante la contingencia sanitaria
Beneficios de la bici en la movilidad urbana ante la contingencia sanitaria

Así, en 2007, se convirtió en política pública, con la operación de la ciclovía de Reforma, después Ecobici en 2010 y la Ley de Movilidad en 2014; esos fueron los antecedentes que sentaron las bases para el papel que actualmente juega la bicicleta, en particular en esta contingencia.

Xavier Treviño es uno de los activistas de la movilidad que ha luchado por la bici desde hace muchos años. Él, como Areli, no ve su día a día sin dos ruedas, porque es su garantía para moverse a todos lados sin depender de horarios o tráfico: “no puedo vivir sin eso, uso los demás medios sólo como complemento”.

Las medidas de aislamiento y el temor al contagio disminuyeron los viajes exponencialmente en transporte público, orillando a los capitalinos a usar el privado, específicamente autos y bicicletas, y la administración capitalina tuvo que responder a esa tendencia, explicó a La Razón el codirector de la ONG Céntrico.

No hay duda de que, de todos los medios de movilidad urbana, la bicicleta es la que mejor se ajusta a las crisis. En primer lugar y en el contexto de esta pandemia porque no hay riesgo de contagio como sí lo hay en el transporte público cerrado; pero también por los beneficios en otros ámbitos, como el ahorro de tiempo y la ayuda al medio ambiente.

“Estamos frente al elemento clave de la resiliencia en las ciudades y tiene que ser el futuro de la movilidad cotidiana”, anota Treviño.

AHORA LOS VIAJES EN BICI SON MÁS LARGOS

Imagina un día común en Ciudad de México. Sitúate en la gran avenida Insurgentes en hora pico. Observa la Línea 1 del Metrobús con unidades llenas; a lado, los autos prácticamente estacionados por el tráfico. Muy rezagados vienen los ciclistas que, sin contar con un espacio exclusivo, usan la arteria asumiendo riesgos.

Esta situación cambió con una simple adaptación. En medio de la pandemia, la Secretaría de Movilidad (Semovi) de la CDMX anunció que en este escenario de caos vial se instalaría una ciclovía emergente. No hubo ciclista que no aplaudiera la decisión.

Flujo ciclista en la vía emergente de Insurgentes
Flujo ciclista en la vía emergente de Insurgentes

Andrés Lajous, titular de la Semovi, contó a este diario que, desde hace 15 años, la bicicleta es su principal medio de transporte y desde la dependencia que dirige ya se le considera una opción viable para traslados importantes. Lo que se ha visto en los últimos meses, dice, es que los usuarios de la bici hacen recorridos más largos de los que hacían habitualmente.

La opción que se ha mostrado de la bicicleta en emergencia sanitaria va para las personas que pueden, incluso, sustituir ciertos viajes de transporte público por la bicicleta,
son viajes un poco más largos que los que pensaríamos son de primer y último tramo
Andrés Lajous/Titular de Semovi

Los viajes de último tramo son de hasta tres kilómetros, por arriba de eso ya son viajes de mediano alcance.

La emergencia sanitaria hizo que la Semovi aceptara varias de sus deudas en el camino hacia una mejor movilidad; pero la pandemia también sirvió para, si no resolverlos, avanzar en ello.

Hay dos cuestiones que se hicieron evidentes por su falta de instrumentación, la primera es la cantidad de trabajos que se pueden hacer desde casa, lo que permite evitar el uso del auto o el transporte público, y la segunda es que, por primera vez, se hicieron esfuerzos reales para gestionar la demanda de éstos.

Y es que la Semovi se había concentrado en atender todos los trayectos (que siempre hubiera transporte público, que aumente la infraestructura ciclista) y no pensó en cómo disminuir la cantidad de viajes.

Gestionar la demanda de viajes, es decir, que haya menos traslados concentrados en una misma hora, es un reto, principalmente en horas pico. En aras de resolverlo, la Semovi acordó con cámaras de la construcción diferir los horarios de entrada de sus empleados.

La operación de la ciclovía emergente en Insurgentes ha sido un acierto, a decir de los propios usuarios, lo cual se refleja en el aumento de 2 mil a 5 mil 500 ciclistas que la ocupan, según cifras de Semovi.

Usuarios del sistema Ecobici del 29 de junio al 21 de julio
Usuarios del sistema Ecobici del 29 de junio al 21 de julio

En este sentido, Lajous aclaró que no basta con que en este tiempo de menos traslados haya buenos resultados, porque la movilidad está en constante cambio conforme avanza el semáforo epidemiológico.

En el impulso de la bicicleta, la secretaría digitalizó la inscripción a Ecobici y, con miras a que más personas se inscriban en contingencia, se implementa una membresía semestral por 120 pesos que, los primeros nueve días, ya acumula mil 300 nuevos usuarios.

También se digitalizó el proceso de inscripción a biciestacionamientos, con el que los ciclistas podrán acceder a cualquiera de ellos (antes debían hacer el trámite presencial en cada uno).

EN CONFINAMIENTO CRECE 57% ACCIDENTES DE CICLISTAS

Algo que ha ocurrido en la pandemia es que, si bien se redujo el número de autos en las calles, los que circulan lo hacen a una mayor velocidad, lo que provocó un aumento de accidentes de tránsito en los últimos meses.

De acuerdo con datos de la Agencia Digital de Innovación Pública, de mayo a junio incrementaron los accidentes de tránsito 47 por ciento, al pasar de 7 mil 64 a 10 mil 414; los accidentes que involucran a ciclistas crecieron de 94 a 148; es decir, un aumento de 57 por ciento.

Xavier Treviño explicó que se debe trabajar el tema de la velocidad en estos meses de contingencia, pues según datos del primer y segundo trimestre de la Secretaría de Seguridad Ciudadana local, los accidentes tienen mayor grado de letalidad, aunque hay menos autos en las calles.

Ahora hay menos tráfico, hay menos autos, hay más velocidad y más accidentes graves. Por eso ese tema hay que regularlo, de todos modos ya estamos volviendo a la normalidad en términos de tráfico. La velocidad va a bajar, pero el riesgo sigue siendo alto y la percepción de riesgo es todavía mayor
Xavier Treviño/Activista

“Sistemáticamente el argumento número uno de la gente para no usar la bicicleta es la percepción de inseguridad, así, sin duda”, sostuvo.

Otro problema con el que lidian los ciclistas, en pandemia y en la vieja normalidad, es la falta de respeto de los automovilistas.

Kristov ya no sale a ningún lugar si no es en bici, en su recorrido por la ciclovía emergente de Insurgentes topa a conductores que no aceptan a las bicicletas en la arteria.

Me tocó ver, justo cuando pusieron la ciclovía, a un taxista frente a Forum Buenavista, donde hacían base, agarró y tiró vidrios para que ya no pasáramos y con groserías dijo ‘para que se les quite’
Kristov/Ciclista

BICI, EL NUEVO PAPEL DE BAÑO EN EL MUNDO

París nunca había visto tantas bicicletas en sus calles, los franceses nunca habían pedaleado tanto”, señalan medios locales para describir el escenario posterior al desconfinamiento en ese lado del mundo, donde, a juzgar por videos en redes, la población prefiere la bici frente a otros medios, ya que se ven más ciclistas que automóviles.

A finales de junio, en España se informaba que ya estaban agotadas todas las bicicletas que cuestan menos de mil 500 euros. En Estados Unidos ocurre algo similar, lo cual demuestra la alta demanda de estos vehículos; el boom de las dos ruedas ha sido tal que en ciudades como Nueva York llaman a las bicicletas el nuevo papel de baño, porque ya vendieron todo lo que tenían.

¿Qué tan cerca está la Ciudad de México de tener fotografías como las de Francia, con cientos de bicicletas montadas? Xavier Treviño afirmó que el tema de infraestructura es la clave, en el caso de París hicieron una “equis” en las calles Sebastopol y Rivoli, con lo que la demanda de ciclistas se disparó.

El equivalente de esta iniciativa en la CDMX sería crear de sopetón una ruta de ciclovías en Reforma e Insurgentes. De esta última ya hay un intento con la ciclovía emergente, proyecto que, afirmó Treviño, estará en el top-ten de planes prociclistas en el mundo y del que aún no se conocerá su potencial hasta que la capital mexicana regrese a la normalidad.

Usuarios nuevos en América Latina
Usuarios nuevos en América Latina

Otra ciudad que buscó fomentar el ciclismo en la emergencia sanitaria es Bogotá, en Colombia, donde completaron su red ciclista con ciclovías emergentes; sin embargo, en ninguna se consideró algún corredor grande. “Es un buen ejercicio, puede ser una solución para zonas periféricas; pero se queda corto si lo comparamos con Insurgentes”.

El especialista intentó recordar más casos comparables con América Latina; pero aceptó que en los países de este lado del mundo “somos un desastre”.

SE AGOTARON LAS BICIS Y SURGIERON NUEVOS CICLISTAS

Una forma de saber si una persona comprará su primera bicicleta es ubicando las preguntas que hace al vendedor. Eduardo Magaña, coordinador de marketing digital de Transvision Bike, se dio cuenta en las redes sociales de la tienda que, en los últimos dos meses, compradores le pedían "recomendaciones desde cero", es decir, sobre qué tipo de bicicleta debían usar.

Cuando comenzó la pandemia, y la gente no podía salir, las ventas de rodillos para bicicletas se dispararon, al grado de que hubo desabasto también a nivel mundial. Estos aditamentos se usan para fijar la bici en interiores.

Pasada la etapa del encierro total, la demanda se fue directo a las bicicletas, los principales proveedores de Transvision Bike mostraron una alta solicitud de productos, tiendas se quedaron sin stock.

Hay dos tipos de bicicletas que se están vendiendo mayoritariamente: las  urbanas, que han tomado impulso por la necesidad de no usar el transporte público, y la de montaña. Si bien hace algunos días no se podía salir, cuando se dijo que se podía usar guardando la sana distancia, los viejos ciclistas se volvieron a animar para usarlas
Eduardo Magaña/Transvision Bike

“Eso lo hemos visto en México con los retos que se han dado para hacer el envío de bicicletas a cada vez más personas. Hay dos tipos de bicicletas que se están vendiendo mayoritariamente: las bicicletas urbanas, que han tomado impulso gracias a iniciativas de gobierno y por la necesidad de no usar el transporte público; y la otra, es la bicicleta de montaña, si bien hace algunos días no se podía salir, últimamente, cuando se dijo que se podía usar guardando la sana distancia, los viejos ciclistas se volvieron a animar para usarlas”, detalló.

El ciclista experimentado, dijo, por lo regular entra a la página web de la tienda y sólo busca interactuar con el vendedor para dar seguimiento a su pedido. Los nuevos, invaden Facebook, Instagram y Whatsapp de mensajes en los que piden orientación.

La tienda también sufrió la falta de productos, los tiempos de espera se dispararon, en abril y mayo prácticamente se agotaron sus existencias. Hasta junio fue que empezó a regularizarse la distribución.

Por el incremento de pedidos por parte de personas que usan la bicicleta por primera vez, Transvision Bike desarrolla contenidos en sus redes sociales, con el fin de educar a los nuevos ciclistas y dar consejos a los más experimentados sobre la nueva normalidad.

Areli Carreón indicó que hay reportes de que buena parte de los insumos para armar bicicletas en Estados Unidos y en México provienen del mercado chino que estuvo detenido varios meses. Eso provocó escasez y en consecuencia se elevaron los precios en algunos modelos; sin embargo, los aumentos no fueron brutales y, además, los ciclistas tienen opciones de otras marcas, como las que se fabrican en el país.

LOS PENDIENTES Y LAS PROPUESTAS

Un reclamo histórico de los activistas del ciclismo es el abandono de las zonas norte y oriente dentro de los planes de creación de infraestructura urbana. Y se agregan más áreas de oportunidad en la contingencia que, a la percepción de expertos, es posible realizarlos en estos meses o al menos comenzar su planeación.

Areli Carreón comentó que con la nueva normalidad más y más ciclistas, y personas en general, salen a la calle. Lo esencial es darles seguridad a peatones y ciclistas, sería viable cerrar temporalmente avenidas y fomentar la convivencia; pero se requiere de un trabajo bien planeado y estratégico por parte de la autoridad, así como la colaboración de la sociedad para tener buenos hábitos.

Hoy se hace más obvia la necesidad de infraestructura en todas las alcaldías, no sólo en la zona central de la Ciudad de México. Por ejemplo, en el oriente, hay personas que retomaron su andar en bicicleta para trabajar y eso es parte de la reactivación económica en el semáforo naranja.

La capital del país se mantiene en semáforo naranja, con algunas alcaldías en rojo
La capital del país se mantiene en semáforo naranja, con algunas alcaldías en rojo

Recientemente en el Congreso de la Ciudad de México, el diputado de Morena, Temístocles Villanueva, subió un punto de acuerdo en el que solicita a la Secretaría de Movilidad realizar los análisis y calendarización para la extensión del Sistema de Transporte Individual Ecobici en las colonias ubicadas al norte de la demarcación Cuauhtémoc.

Y es que, a pesar de que este sistema de bicicletas prestadas se concentra en el centro, las colonias Atlampa, Santa María la Ribera, Guerrero o Tlatelolco tienen como única estación cercana la de Buenavista.

Villanueva destacó que, en el marco de la nueva normalidad, habrá más habitantes de la alcaldía Cuauhtémoc que compren una bici. En el norte de la demarcación se conservan los oficios tradicionales que le dieron vida a la bicicleta antes de que fuera tomada en cuenta como transporte; los boleros, los panaderos y repartidores de comida representan la reactivación económica en esta zona y por ello es importante darles seguridad con más infraestructura.

Xavier Treviño mencionó que la estrategia más lógica es atender la saturación en hora pico, lo cual sucede en dos puntos de la CDMX, Indios Verdes y Pantitlán. Lo ideal sería dar oportunidad a los usuarios de evitar el transporte masivo en hora pico y dirigirlo hacia corredores masivos sin tanta saturación, en los que la bicicleta intervendría como conexión.

La idea, explicó, es acercar a los habitantes del Estado de México a otras estaciones del Metro que no sean esas estaciones, y que puedan llegar en bicicleta con trayectos de entre media hora y 40 minutos.

Hay que pensar cómo mover de manera más eficiente a las personas que vienen del Edomex, con biciestacionamientos masivos. Ya se está haciendo uno muy bueno en Tláhuac, si acercamos a la gente de Chalco y Valle de Chalco a la Línea 12 sería fantástico, se echan en bicicleta 40 minutos o media hora y los mandas a una estación no tan saturada como Pantitlán, que es a donde siempre llegan
Xavier Treviño/Activista
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