La experiencia que hoy se vive con la celebración a San Judas Tadeo, en el templo de San Hipólito, donde cientos de feligreses acudieron este miércoles, es observada por las autoridades eclesiásticas de la Basílica de Guadalupe y templos aledaños, con el fin de prever lo que podría ocurrir en los festejos de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre, señaló el titular de la Secretaría de Gobierno local, José Alfonso Suárez del Real.
A pesar de que se comunicó el cierre del templo para evitar aglomeraciones, los feligreses no han dejado de llegar y se forman por horas para entrar cinco minutos, aunque no hay misas presenciales.
En ese sentido, el funcionario local declaró que la rectoría y el abad de la Basílica de Guadalupe, así como de todos los templos que conforman el complejo del Tepeyac, observan lo que ocurre en el templo de San Hipólito, para evitar las mismas problemáticas.
A pesar de que la gente acude al templo, los números se redujeron mucho, señaló el secretario. El año pasado, hubo alrededor de 5 mil personas; en éste, el máximo de personas fue de 500, para lo que ayudó mucho el cierre del Metro Hidalgo en la línea 3 y 2.
“Se están tomando todas las medidas para evitar que el número de personas (…). Creo que esto nos va a permitir garantizar lo que el Gobierno de la Ciudad solicitó al Clero en relación a una festividad tan importante como lo es el 12 de diciembre”, dijo en video conferencia con la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Adelantó que, a partir de mañana, desde el Clero generarán una campaña llamada “Peregrino quédate en casa”, con el que suspenderán todas las procesiones diocesanas, es decir, ninguna diócesis del país pueden organizar alguna peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe.