Faltan menos de 2 meses para su prohibición definitiva

Comida para llevar dispara en 60% el uso de desechable

Pandemia recobra el consumo de plásticos; hábito complica a las autoridades hacer efectiva la ley que los restringirá; ya planean “ecodiseño” como alternativa para el futuro

Un joven vendedor de atole y tamales espera clientes en un punto del Paseo de la Reforma, en una imagen de archivo. Foto: Cuartoscuro

La CDMX se prepara para una nueva prohibición que pretende cambiar el rumbo en la generación de residuos sólidos. A partir de enero de 2021 estará prohibida la comercialización, distribución y entrega de productos de plástico de un sólo uso, lo cual será un reto para las autoridades capitalinas, ya que, en los últimos meses de la pandemia de Covid-19 el consumo de estos materiales aumentó 60 por ciento, específicamente los usados para trasladar comida.

Los plásticos de un sólo uso abarcan utensilios desechables, como tenedores, cuchillos, cucharas, mezcladores, platos, popotes, bastoncillos para hisopos de algodón, globos y varillas para globos; vasos, tapas, charolas, aplicadores de tampones, entre otros productos diseñados para su desecho casi inmediato.

De acuerdo con la serie de reformas a la Ley de Residuos Sólidos de la Ciudad de México, quien los distribuya podrían tener multas de hasta 170 mil pesos, a partir del próximo año.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), el incremento de consumo en 60 por ciento abarca a los contenedores de la comida para llevar, por ejemplo, vasos y charolas de EPS, que mantienen calientes o fríos a los alimentos durante los traslados. Estos materiales son útiles para mejorar el servicio y los costos en envíos de comida.

Andrée Lilian Guigue, directora de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente local, dijo a La Razón que la emergencia sanitaria aumentó exponencialmente la comida para llevar, al punto que la generación de este tipo de residuos “se convirtió en una verdadera calamidad, principalmente en las zonas centrales”, como el corredor Roma-Condesa.

La intención de la Sedema de que la industria (de plástico) cree empaques ecológicos y materiales compostables en vez de plásticos de un sólo uso, representará costos más elevados para los productores y esto no garantizará que haya mejor disposición de los residuos sólidos
Alejandra Ramos Jaime, Movimiento ecologista La Solución Soy Yo

Lo anterior representa un doble reto, porque además de informar a diferentes sectores (principalmente restaurantero) que ya no podrán usar los recipientes y utensilios en la comida para llevar, también deben recordarle que, a pesar de la emergencia sanitaria, la prohibición de las bolsas plásticas continúa.

“Se nos están complicando las cosas, pero es importante decirles a todos que el Gobierno de la Ciudad de México no dará marcha atrás. Este asunto de los contenedores de plástico se nos volvió una calamidad, hay muchos (negocios o establecimientos) que ya los cambiaron; pero seguimos teniendo situaciones evidentemente; hay que seguir platicando con los restauranteros, hay restaurantes que volvieron a usar, incluso, la bolsa de plástico”, señaló.

En entrevista, la funcionaria aclaró que la prohibición no abarca los plásticos de empaque y embalaje, los cuales ya han demostrado ser reutilizables. En ese sentido, adelantó que ya se trabaja en una propuesta de embalaje ecológico alternativo, para lo que se reactivarán reuniones con los sectores de alimentos.

“Estamos retomando una mesa de trabajo con todos los sectores, sobre todo de alimentos, para impulsar una campaña muy fuerte en torno al empaque y el embalaje ecológico al que le llamamos ecodiseño, porque también el champú, el yogur, el queso, todos nos lo dan en plástico, todo es una cantidad impresionante de plástico”, mencionó.

Es importante decirles a todos que no hay marcha atrás. Este asunto de los contenedores de plástico se nos volvió una calamidad, hay muchos que ya los cambiaron; pero seguimos teniendo situaciones con restaurantes que volvieron a usar la bolsa de plástico
Andrée Lilian Guigue Pérez, Dirección General de Evaluación de Impacto y Regulación Ambiental

Gerardo Pedra, líder de la Sección de Recicladores de la Anipac, señaló que el Covid-19 ha generado muchos cambios en los hábitos de la gente, principalmente por el hecho de no salir de casa y en ocasiones compran comida para llevar que antes consumían en esos lugares.

Las empresas del sector han visto el aumento en una o dos líneas de sus productos, precisamente las que se refieren a la transportación de comida, y reportado ventas bajas en otros.

Por ejemplo, los atoleros o esquiteros, quienes venden diario en zonas de alto tráfico peatonal, “con la pandemia sus ventas se cayeron al suelo”, donde de 50 atoles que vendían al día, hoy apenas 10 o 15.

CON TODO, LOS INDUSTRIALES NO SE RECUPERAN

Contrario a lo que podría pensarse, precisó Pedra, el aumento en la venta de desechables no ha hecho que las empresas dedicadas a su fabricación ganen más, pues se trata apenas de un producto de un amplio universo que por la pandemia no ha generado las mismas ganancias.

“De hecho, en el sector estimamos cerrar con una pérdida de 18.8 por ciento, lo que representa mil 384 millones de pesos a nivel nacional”, dijo a La Razón.

Alejandra Ramos, del movimiento La Solución Soy Yo, señaló que la intención de la Sedema de que la industria cree empaques ecológicos y materiales compostables en vez de plásticos de un solo uso, representará costos más elevados para los productores y esto no garantizará que haya una mejor disposición de los residuos sólidos.

  • Cubiertos
  • Palitos mezcladores
  • Platos
  • Popotes o pajitas
  • Bastoncillos para hisopos de algodón
  • Globos y varillas para globos
  • Vasos y sus tapas
  • Charolas para transportar alimentos
  • Cápsulas de café
  • Aplicadores de tampones