Apesar de que la cifra aún está por encima del techo de 10 mil, las hospitalizaciones en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) por Covid-19 experimentaron un ligero freno en su crecimiento, al menos desde el pasado jueves y durante el fin de semana, una señal de estabilización en el número de casos graves.
Este comportamiento, que aún no puede considerarse una tendencia, detuvo el avance hacia el nuevo pico máximo proyectado por el Modelo Epidemiológico de la CDMX, ajustado ya dos veces. En el peor escenario, estas predicciones contemplan 10 mil 250 personas en los centros hospitalarios Covid-19.
Sólo en CDMX, el semáforo epidemiológico marcó —al cierre de ayer— una ocupación de 88 por ciento; si bien la reducción es de apenas 0.86 por ciento, se trata de la primera vez que el indicador cede en 20 días, lo que además representa más camas libres para enfermos con la pandemia que lo requieran.
En el informe del 19 de enero, el reporte diario local registró 7 mil 296 personas en los centros hospitalarios de la capital, el día siguiente aumentó a 7 mil 401; pero a partir del 21 de enero comenzó a disminuir, con un registro de 7 mil 381.
El 22 de enero fueron 7 mil 319 casos, 62 menos que el día previo. El 23 de enero se repitió el fenómeno, al bajar a 7 mil 304, y ayer, 24, ya había 7 mil 48; lo anterior significa que hasta el domingo, desde el 20 de enero, se liberaron 353 camas.
En la ZMVM, el 19 de enero había 9 mil 993 enfermos hospitalizados, la tendencia de aumento continuó el 20 de enero, cuando se llegó al máximo histórico en lo que va de la pandemia: 10 mil 71.
Sin embargo, el reporte del día siguiente, 21, mostró la primera reducción, al pasar a 10 mil 22; es decir, se desocuparon 49 camas. Lo mismo ocurrió para el 22 de enero, con 10 mil siete; aunque al 23 aumentó a 10 mil 10 internados, la noche de ayer la cifra cerró con 9 mil 931, 140 menos que el 20 de enero.
Jesús Torres, virólogo de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), señaló que hasta que pasen otros cuatro días se podría decir que hay un cambio relevante a la baja en la ocupación de camas, pues actualmente la ZMVM aún vive los estragos de las fiestas decembrinas, además de que faltan por verse las consecuencias de las aperturas de algunas actividades, como el servicio en restaurantes y más recientemente de papelerías y ópticas, entre otras.
En entrevista para La Razón, el experto explicó que a pesar de que existe la percepción de que hay más mortalidad, esto no significa que el virus sea más mortal que en meses previos, sino que las nuevas variantes del virus son más contagiosas porque tienen la capacidad de pegarse al receptor con más fuerza; es decir, que hay contagios mucho más eficientes que al inicio de la pandemia.
“A medida que la gente esté vacunada, el virus tendrá más dificultades para infectar a la población y entonces habrá una reducción de casos; pero esto será dependiendo de cómo vaya avanzando la campaña de vacunación”, dijo.
“Por más que ahorita se intente, todavía falta bastante porque somos muchos millones, el calendario de vacunación ya está establecido. Entonces, para que lleguemos a vacunar a toda la población tomará bastante tiempo”, agregó Torres.
Cuestionado sobre los retos que podrían enfrentar las autoridades de la CDMX en esta etapa de la pandemia, el especialista dijo que aún les falta toparse con nuevas variantes del Covid-19 que pudieran ser más contagiosas, lo cual no debe ser motivo de susto, sino más bien de alerta, para revisar el tipo de virus.
A medida que la gente esté vacunada el virus tendrá más dificultades para infectar a la población y entonces habrá una reducción de casos; pero esto va a ser dependiendo de cómo vaya avanzando la campaña de vacunaciónJesús Miguel Torres<br>Virólogo de la UACM
También, dijo, ocurrirá que algunos se resistan a que se les aplique la vacuna, como ocurre en otras ciudades del mundo, así como la inconsciencia de la población por no seguir las medidas sanitarias que se repiten constantemente.
A casi un año de que la pandemia llegó a la CDMX, el epidemiólogo recordó que en un inicio no había tanta preocupación de que llegara el virus. Conforme pasó el tiempo, la ciudad y el país tienen muchos más datos de transmisión, contagio y aún se sigue aprendiendo de sus efectos.