Recibe 1.66 m3 por segundo menos al día

Valle de México, sin un plan B ante sequía del Cutzamala

Expertos en sistemas hídricos plantean que vecinos tengan que contribuir con un ahorro obligado en sus tomas domiciliarias; advierten que el problema ya no es exclusivo de la temporada de estiaje.

Un hombre raciona el agua en Iztapalapa, la semana pasada.
Un hombre raciona el agua en Iztapalapa, la semana pasada. Foto: Cuartoscuro

Después de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reportara que la red de presas del Sistema Cutzamala —que abastece del vital líquido a la capital del país y parte de los municipios de su zona conurbada— enfrentan una condición de sequía moderada a severa, las autoridades no cuentan con una alternativa para hacer frente a la crisis; la única manera es apostar por disminuciones en el suministro, que se intensificarán por la temporada de estiaje que viene.

A partir de este año, la Conagua casi cada semana reduce el suministro al Valle de México. Durante 2020, el promedio diario era de 15.8 metros cúbicos por segundo, cantidad que bajó en diciembre de ese año y a la que no se ha logrado llegar en lo que va de 2021.

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. ı Foto: Gráfico: La Razón de México

Al empezar este año, el Sistema Cutzamala dotaba de 14 mil 233 metros cúbicos por segundo al Valle de México; para el 19 de enero, la dotación era de 14 mil 202; la cantidad más alta del suministro en 2021 fue de 14 mil 279 metros, registrada en la semana del 26 de enero.

Actualmente, la dotación es de 14 mil 147 metros cúbicos por segundo. Esto significa que, del promedio diario de 2020 al suministro actual, la ZMVM recibe 1.66 metros cúbicos menos.

Óscar Monroy Hermosillo, quien fue presidente de la Comisión de Cuenca de los Ríos Amecameca y La Compañía, señaló que en el Valle de México, en especial la CDMX, la reducción de extracción del agua de los pozos hace que se dependa prácticamente en su totalidad del Sistema Lerma-Cutzamala, sin tener otras alternativas para abastecerse, pues la sobre extracción que durante años se hizo al acuífero ha provocado hundimientos y efectos adversos en el suelo.

Según la información de la Conagua, lo que ocurre actualmente no es “tan grave”, porque se comunicó que la reducción en el caudal es de 11 por ciento, efectos que fácilmente pueden abatirse mediante el ahorro del vital líquido desde los domicilios, consideró el también académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

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En entrevista para La Razón, consideró que el ahorro de las tomas domiciliarias podría generar una recuperación de hasta 20 por ciento del recurso.

Por otro lado, la Comisión Nacional del Agua anunció que el almacenamiento en las presas del Sistema Cutzamala está 20 por ciento por debajo de los niveles normales, situación que es un poco más preocupante porque ofrece una dimensión de cuánto durará la sequía.

“Entonces, hay que prepararse porque esto podría ser a largo plazo; pero, lo que creo que se tiene que hacer es tomar esta oportunidad para dar un golpe de timón en el manejo del agua en México, indicó el investigador.

“Digamos que nosotros tenemos que entrar al sistema de distribución de agua potable de la Ciudad de México, por poner un ejemplo, hay 33 metros cúbicos por segundo, lo que da en promedio para los habitantes de 300 litros por día; pero gran parte de ese líquido se pierde en la red, ahí tenemos que enfocarnos porque se pierden en fugas 12 metros cúbicos por segundo, que es equivalente a la cantidad que se trae del Cutzamala”, dijo.

Si bien, en el Gobierno local hay un programa de detección de fugas, éste debe de intensificarse y modernizarse a través de un sistema de telemetría, con válvulas y medidores en toda red, apuntó Monroy Hermosillo.

Asimismo, comentó que la CDMX carece de una red primaria que transporte agua de manera eficiente, con el fin de abatir la problemática actual que vive el oriente de la ciudad, donde no llega el agua del Cutzamala, porque en el camino no alcanza la presión.

Además, opinó que, más a largo plazo, la solución es trabajar en la recuperación de cuerpos de agua de la ciudad, para lograr la infiltración de los mantos acuíferos, pues la sequía continuará cada año, igual que las inundaciones.

“Ahora hay una cosa que será más difícil, pero que ahí está: tenemos 25 ríos que entran a la Ciudad de México y esos ríos son un drenaje, los mandamos todos por debajo, los conectan y los sacan para que vayan a regar ineficientemente circuitos de riego allá en Hidalgo y no los aprovechamos aquí para nada. Entonces, debemos de recuperar esa agua de los ríos, porque es otro equivalente a 10 metros cúbicos por segundo que tenemos que aprovecharlos”, señaló.

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