La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la Ciudad de México anunció la creación de un protocolo conjunto con la Fiscalía General de Justicia local, en el que se busca prevenir y atender oportunamente cualquier caso de violencia familiar detectado a partir de un caso de maltrato animal.
Desde octubre de 2020, La Razón dio a conocer que autoridades capitalinas trabajaban en la elaboración del protocolo, dado que, con base a estudios internacionales, se detectó que donde hay maltrato animal, es altamente probable que exista violencia familiar.
Por ello, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, puntualizó que, con el protocolo, en el momento en que se detecte violencia hacia algún animal, habrá una convocatoria inmediata con otras autoridades, para revisar si pudiera ser señal de otro tipo de problemática.
“Hay casos en donde interviene la Brigada particularmente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, ahí se encuentra violencia familiar y se presenta la denuncia”, afirmó ayer en videoconferencia.
En su oportunidad, Mariana Boy, titular de la PAOT, expuso que, según estudios, en muchas ocasiones el maltrato animal trasciende a otro tipo de violencia o conductas criminales que afectan a la población más vulnerable como son niños, mujeres y adultos mayores, de manera que hay personas que utilizan el maltrato animal como una forma de violencia psicológica para la familia o la pareja.
Ambos temas, violencia familiar y maltrato animal, son problemáticas sociales que están íntimamente relacionadas. Por ello, el objetivo del protocolo es actuar de manera preventiva y no reactiva ante los delitos, mencionó.
El protocolo también se basa en lo que han revelado estudios internacionales. En ese sentido, Boy expuso que 86 por ciento de los detenidos en Estados Unidos por maltrato animal cuentan con historial de arrestos diversos, 70 por ciento de estos son penales; asimismo, 71 por ciento de las víctimas de violencia familiar reportan que sus agresores también han amenazado, lesionado o matado a sus animales de compañía.
Los objetivos específicos del proyecto, que ya cuenta con un borrador, pretenden tener mecanismos de coordinación para la comunicación inmediata, así como identificar a las personas que pudieran ser responsables de los delitos de maltrato animal y violencia familiar.
Y es que, en la Procuraduría Ambiental, las denuncias de maltrato animal actualmente son las que más se reciben y autoridades locales también han detectado algunos casos donde, igual que en otros países, hay relación con una violencia generalizada.
En todo 2019, de cinco mil 78 denuncias recibidas, mil 869 fueron por maltrato animal (36.8 por ciento). En 2020, de cuatro mil 490 denuncias, dos mil 395 fueron por maltrato animal (53.3 por ciento). Mientras que en los primeros tres meses de este año, de mil 537 denuncias, 878 fueron por ese delito (57.1 por ciento).
“Sigue siendo el tema más denunciado ante la PAOT”, dijo la funcionaria.
El año pasado, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) elaboró el Diagnóstico sobre Violencia de Género-Especie en la Ciudad de México, elaborado a partir del levantamiento de dos mil 598 encuestas a mujeres y hombres mayores de edad en domicilios particulares ubicados en todas las alcaldías.
Entre los resultados, destaca que 67.5 por ciento de las personas encuestadas tienen un animal de compañía, 16 por ciento de éstas reportan que se ha presentado algún maltrato en contra de su mascota y 61 por ciento de quienes reportan dichos casos de maltrato animal son mujeres.
Por alcaldía, los casos de maltrato animal vinculado con cuestiones de violencia de género se reparten de la siguiente manera: 73 en Gustavo A. Madero y mismo número en Iztapalapa, 34 en Venustiano Carranza, 31 en Álvaro Obregón, 27 en Azcapotzalco y mismo número en Tlalpan, 23 en Miguel Hidalgo, mientras que Coyoacán y Cuauhtémoc reportan 19 cada una.
La encuesta apuntó también 15 casos en Xochimilco, 12 en Benito Juárez, 10 en Iztacalco, ocho en Cuajimalpa de Morelos, seis en Milpa Alta, mismo número en Tláhuac y dos en Magdalena Contreras.
EGC