Habitantes de Iztapalapa aseguraron que tras el sismo de 2017, se generaron grietas en el suelo, en los soportes e infinidad de goteras en la Línea 12 del Metro, que fueron denunciadas en su momento, pero que nunca se atendieron.
Sandra Morales de 30 años y habitante de la colonia Santa Anita Poniente, Zapotitlán, narró a La Razón que desde el inicio de la construcción se detectó que los suelos eran muy blandos, ya que es una zona donde pasa agua por estar cerca de Xochimilco y la zona de humedales, por ello se han registrado surcos por el peso en la avenida Tláhuac.
“De por sí desde que se hizo la construcción, decían que la avenida Tláhuac no cumplía con la fortaleza del suelo, aparte de que derrumbaron casas para que pudiera caber el paso del Metro. Algo que nunca nos ha gustado es que suenan las vías cuando pasa, por ejemplo en Paso de Conejo en Zapotitlán, rechina y se cimbra”, explicó.
Línea 12 del Metro: Cuna de rechinidos
La habitante señaló que tenía mucho miedo de que pasara algo en la Línea 12 del Metro, ya que en la noche cuando hay menos ruido, se escuchan más los sonidos y rechinidos al paso de los convoyes, también, después del sismo de 2017 había goteras y grietas.
“Sonaba como cuando estas en la Montaña Rusa y pasas las maderas, como cuando estás debajo de un juego mecánico, se escucha feo, pero al paso de los meses nos fuimos acostumbrando. Hay una grieta en diagonal que viene desde la Villa Centroamericana y llega hasta el metro, esa sigue ahí y no sabemos si afectó”, aseveró
Por su parte, Víctor Hugo Espíndola, sismólogo de la UNAM aseguró que la grieta que viene desde Xochimilco y atraviesa Tláhuac, “seguramente pasa por debajo de la Línea 12 del Metro”, aunque aseguró que se tienen que hacer estudios para saber si hay afectaciones al suelo y los muros de carga.
¿Qué provocó la construcción de la Línea 12 del Metro?
El experto explicó a La Razón que por su experiencia y viendo los videos, lo que se vence es la parte de las trabes y no los muros de carga, pero dijo que “se requieren estudios del suelo, orografía e hidrología para saber cómo está la zona, ya que las consecuencias pueden venir tiempo después y no necesariamente ser inmediatas”, aseveró.
En tanto, Ice Argumedo, habitante de la colonia El Rosario aseguró que entre las estaciones Tezonco y Periférico Oriente ha habido muchos accidentes, debido a lo reducido que quedaron las calles por la construcción del transporte.
Además dijo que la gente siempre ha tenido miedo del tramo elevado, ya que el ruido que genera y el movimiento espanta a más de uno, situación que aumentó con la grieta que hay des de la colonia Villa Centroamericana que ya tiene 3 años sin que la arreglen.
“Pasas y ves la grieta, esa ya se quedó ahí, pero ya nunca la repararon pues esa zona está olvidada desde el sismo. La grieta pasa de manera diagonal y llega hasta le metro”, dijo.