Durante el 2021, en las unidades habitacionales de la Ciudad de México se han generado entre 100 y 150 reportes mensuales por fiestas realizadas en estos inmuebles y que hicieron estallar a vecinos y denunciarlas, en el marco de la emergencia sanitaria.
Si bien estas quejas aún no pueden atenderse directamente por la pandemia de Covid-19, la crispación entre vecinos ha obligado a que, en algunos casos, se les dé trámite, para evitar que los problemas escalen a un nivel mayor de gravedad, señaló Patricia Ruiz Anchondo, titular de la Procuraduría Social de la CDMX (Prosoc).
Señaló que, a raíz de la pandemia, se intensificaron las fricciones entre los vecinos y se ha notado que hay una alta descomposición social en algunos condominios que requieren intervención de la dependencia.
Los reportes de fiestas forman parte del universo de quejas en las que la Prosoc suspendió los términos de atención, porque requieren iniciar procedimientos con contacto de persona a persona, como también ocurre con las quejas por invasión de áreas comunes, falta de pago de cuotas de mantenimiento, falta de cuidado a las mascotas y mala administración en los inmuebles, entre otras.
La suspensión de términos se debe a que el 40 por ciento de los funcionarios de la Procuraduría Social local laboran todavía desde su casa.
Además, en la dependencia se han detectado contagios de Covid-19 en días recientes, por lo que la prioridad es evitar reuniones en espacios cerrados.
La crispación social está muy alterada y escalada en el condominio, pero así lo tenemos que atender para apoyar a la ciudadanía a resolver sus asuntos de convivenciaPatricia Ruiz Anchondo, Procuradora social de la Ciudad de México
“No se pueden hacer presencialmente, porque no puedo citar a las partes que vienen a presentar las pruebas que corresponden. Si no están de acuerdo con una resolución de la Procuraduría, tampoco puedo recibir los recursos de inconformidad, porque los procedimientos están parados”, comentó, en entrevista con La Razón.
En ese sentido, refirió que, en el caso de las quejas por fiestas, únicamente se atienden los reportes en los que se consideran casos urgentes, porque ya está muy deteriorada la relación entre condóminos o hay problemas que escalan de la simple fricción. Incluso se han tenido que realizar asambleas con presencia de la fuerza pública.
El promedio de reportes por fiestas es de 100 a 150 casos al mes y, aunque éstos no pueden atenderse porque requieren de un procedimiento, hay 200 quejas “que se están tratando”, ya sea por teléfono, a través de citas o de reuniones presenciales en la Procuraduría.
En los peores casos, se tiene que ir directamente a las unidades, a solicitud de los condóminos, lo que ha requerido un esfuerzo enorme de la dependencia, porque la ciudadanía ya está muy afectada emocionalmente como efecto de la pandemia y eso se refleja en las problemáticas que conllevan este tipo de descontentos.
“Durante la pandemia hubo una crispación social fuerte y hubo un escalamiento de los problemas en los conjuntos habitacionales, lo que nos ha obligado a atenderlo incluso con la fuerza pública, porque la crispación social está muy alterada y escalada en el condominio; es una situación lamentable, pero pues así lo tenemos que atender para apoyar a la ciudadanía a resolver sus asuntos de convivencia”, expuso.
Si la atención de ésta y otras quejas pueden resolverse de manera virtual, se busca que ésa sea la primera salida. En los casos de urgencia, el siguiente camino es realizarlo presencialmente en la Prosoc, en un espacio con todas las medidas sanitarias, como toma de temperatura, medición de oxigenación, gel y vigilando el uso correcto de cubrebocas.
Cabe señalar que, con el cambio al semáforo epidemiológico en verde, la Procuraduría Social reabrió algunos trámites suspendidos y, aunque se pasó al color amarillo, esos procedimientos se mantienen abiertos.
Al respecto, la procuradora señaló que los procesos que pueden realizarse presencialmente son las asambleas condominales, el registro del reglamento interno de condominios, la autorización del registro del libro de actas de la asamblea condominal, la acreditación de la convocatoria para que los vecinos citen a una asamblea condominal y el registro de administradores.
Para estos procesos hay un protocolo estricto de sanitización y medidas de sana distancia. “También estamos haciendo los cursos y talleres sobre cultura condominal; estos cursos están siendo en partidos de manera virtual a través de la plataforma Cursos Prosoc. En este momento ya tenemos más de siete mil usuarios de la plataforma y cuando se termina de tomar el curso en la plataforma se expide una constancia de manera gratuita y le llega directamente a su correo; todo ya está automatizado”, agregó.
Otro trámite que se realiza en línea es la capacitación y certificación de administradores profesionales, a quienes se les aplica un examen de manera aleatoria en la plataforma de Cursos Prosoc. “Eso está funcionando muy muy bien y estamos retomando las asesorías en asambleas condominales, asambleas también ya con el protocolo”, mencionó.
También continúa, a pesar de la emergencia sanitaria, el programa Rescate Innovador y Participativo en Unidades Habitacionales, con el que se entregó un apoyo económico a los vecinos para que realicen obras de mantenimiento mayor. Este año esperan atender hasta 850 conjuntos habitacionales.
De acuerdo con datos de la Procuraduría Social de la Ciudad de México, más de la mitad de la población de la capital del país vive en condominios. A partir de dos viviendas, se considera que ya se puede escriturar en condominio.
- El dato: La Procuraduría Social tiene entre sus funciones atender los problemas en los condominios y unidades habitacionales; tiene procedimientos de mediación, conciliación y sanción.
