Aumenta 159% la atención a este sector

El encierro eleva 245% la ayuda psicológica para jóvenes de 18-25

“Comencé a beber en exceso, prácticamente diario durante la pandemia”, confiesa Verenice; en Fany se agudizó la depresión; a José le produjo cuadros de ansiedad y tristeza

El encierro eleva 245% la ayuda psicológica para jóvenes de 18-25
El encierro eleva 245% la ayuda psicológica para jóvenes de 18-25 Foto: Especial

Fanny tiene 20 años y es estudiante de ingeniería en energías renovables. En su vida cotidiana, antes de la emergencia sanitaria que llevó a todos al confinamiento, llegaba a sufrir episodios de depresión, especialmente por ansiedad y tristeza.

“De mi depresión me di cuenta de que ya no me daba hambre, quería estar sola en mi cuarto todo el tiempo, de ser posible durmiendo; lloraba todas las noches, a veces sin razón; sentía que no había un motivo para seguir; en fin, me sentía menos”, comentó a La Razón.

Los episodios de depresión no ocurrían todos los días, pero sí la mayoría de ellos. Durante la pandemia tuvo varias recaídas y, gracias a sus amigos, ve la forma de salir adelante, para poco a poco sobrepasar las crisis.

“He tenido recaídas, últimamente muy frecuentes; a veces no tengo el control de cómo manejarlo y simplemente dejo que pase el momento; lloro todo lo que sea necesario y después sé que debo hacer cosas, que tengo que estar bien y salir adelante”, detalló.

Para Verenice, estudiante de la carrera de Derecho, la situación es diferente, aunque con no menos impacto. Comentó que la pandemia le causó varios conflictos emocionales, principalmente por la rutina y el encierro. En el último año y medio, ha tenido que poner a prueba su paciencia y tolerancia a la frustración.

“La rutina me causa mucho conflicto. Comencé a beber en exceso, prácticamente diario durante la pandemia, con tal de no sentirme en la rutina; cualquier situación me ponía sensible o de malas, siempre terminaba llorando y discutía con todo mundo. Así fue como descubrí que estaba teniendo un problema”, señaló.

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Al pasar los días, se dio cuenta de que necesitaba ayuda, ya que era constante la discusión con las personas cercanas a ella.

Además, consideró que ese consumo excesivo de alcohol debía tener un trasfondo y, con ese antecedente, decidió ir a terapia, lo que le permitió sentirse más tranquila.

Para combatir la rutina de la pandemia, Verenice se dio a la tarea de hacer nuevas cosas cada día. “Busco no enfrascarme en una sola cosa y tener mejor comunicación con las personas”, narró.

A José, de 25 años, el encierro le provocó ansiedad. Aunque no considera que vivió una depresión como tal, sí detectó menos entusiasmo por hacer las cosas y episodios largos de tristeza.

Como ellos, muchos jóvenes han buscado ayuda especializada.

Durante los primeros siete meses de este año, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México documentó un aumento de 159 por ciento en la atención que brindan a personas de entre 18 y 25 años en comparación con las registradas en el mismo periodo del 2020.

El reporte “La generación Z frente a la pandemia”, elaborado por el organismo, reveló que de enero a julio del 2020 se contabilizaron cinco mil 444 atenciones, contra 14 mil 102 registradas en el mismo periodo del 2021.

Los resultados del informe permiten ver que la pandemia agudizó los requerimientos de apoyo en contención emocional y ayudó a visibilizar la violencia familiar.

Las necesidades que tuvieron un mayor incremento este año entre los jóvenes son las de apoyo psicológico, con 245 por ciento (cuatro mil 320 jóvenes); le sigue el tema de violencia familiar, con 213 por ciento (703 casos), y de cuestiones relacionadas con la ideación y el intento suicida, con 138 por ciento (mil 96 atenciones).

El Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México realizó las atenciones a través de la Línea de Seguridad y Chat de Confianza, 55 5533 5533.