En menos de un mes, la ocupación hospitalaria a causa del Covid-19 se cuadruplicó en la Ciudad de México; sin embargo, la cantidad de personas hospitalizadas que se registra en este nuevo repunte es cinco veces menor que hace un año, en el pico de toda la pandemia.
Hasta este 16 de enero, el 22 por ciento de las seis mil 002 camas de atención en los hospitales de la Secretaría de Salud capitalina estaban ocupadas y el 2021 cerró con una ocupación del 5.2 por ciento, lo que significa un aumento del 315 por ciento, al pasar de sólo 311 camas ocupadas el 31 de diciembre a mil 292 este domingo, de acuerdo con el semáforo epidemiológico del Gobierno capitalino.
Este nivel de hospitalizaciones no se había visto desde octubre del año pasado, a finales de la tercera ola, cuando se reportaron mil 314 hospitalizaciones, el 3 de octubre.
AUMENTAN LOS CONTAGIOS
Casos positivos de la enfermedad en periodos de 24 horas.
Aun así, en comparación con enero del año pasado —cuando la ciudad transitaba la segunda ola de contagios—, la cifra de hospitalizaciones es cinco veces menor, pues a mediados de enero del 2021 se llegaron a reportar siete mil 401 hospitalizaciones por Covid-19, la cifra más alta de toda la pandemia.
La situación es similar para los casos de personas intubadas a causa de la enfermedad, pues aunque se ha registrado un aumento diario en personas que requiere respiración asistida, al menos en lo que va de este mes la cifra más alta de este repunte —con 250 casos graves este 15 enero— es siete veces menor que un año atrás, en enero del 2021, cuando se registró también el pico de toda la crisis sanitaria, con mil 897 personas que requirieron ventilación mecánica.
No obstante lo anterior, la Ciudad de México es la segunda entidad con más casos activos de la enfermedad en la actualidad, con 69 mil 829 pacientes que no se han recuperado hasta el corte del 15 de enero, de acuerdo con el informe diario de la Secretaría de Salud federal.
La entidad tiene el 23.5 por ciento de los 293 mil 238 casos activos de todo el país; es decir, aquellas personas que presentaron síntomas en los últimos 14 días y que no han superado el padecimiento.
Ante el aumento de los contagios, a pesar de que las hospitalizaciones no se han elevado tan drásticamente, los capitalinos han optado por resguardarse en sus domicilios y, en algunos casos, han buscado obtener atención médica privada, pese al gasto que pueda significar para sus bolsillos y con temor “de ir a un hospital”.
Lorena Ortiz lleva cinco días resguardada en su hogar después de que su marido comenzó con dolor de cabeza, fiebre y tos seca, síntomas de Covid-19. Aunque ella no se realizó una prueba, a los dos días también inició con síntomas similares, por lo que ambos buscaron atención médica privada.
“Le llamamos al médico de cabecera, pero desde el principio yo dije sí es (Covid) porque, ¿qué otra cosa puede ser si estamos en pandemia? A los dos ya nos había dado, el año pasado, y no sé si nos confiamos de que ya estábamos vacunados, pero aquí estamos, otra vez enfermos. El médico nos dijo que mejor sí nos resguardáramos y nos atienden a distancia”, comentó.
Pese a que a ella le da “tranquilidad” recibir atención de esta manera, reconoce que es un “golpe a su economía”; sin embargo, “lo preferimos, que ir a buscar un hospital o sacar cita; no sabemos cómo está allá afuera y nos da miedo”, confesó.
Un caso similar vive la familia González, residente en la alcaldía Cuauhtémoc, cuyos integrantes, pese a estar todos vacunados y algunos de ellos incluso pasaron la enfermedad con gravedad, se contagiaron de nueva cuenta.
“Mi papá estuvo muy grave, en el hospital; afortunadamente, salió bien, después de varios días y angustia, porque a la par estaba mi mamá, mis dos hermanas y yo; a todos nos dio (...) Fue en la época más difícil, porque no había hospitales ni tanques (de oxígeno), estaba todo saturado”, comentó a este medio uno de los hijos de la familia.
En esta ocasión, se contagiaron de nueva cuenta dos miembros de la familia pero, “a diferencia del año pasado”, lo que les da ánimo es saberse vacunados y que los síntomas “no son tan fuertes como la ocasión pasada”.
“El médico las está vigilando, nosotros las estamos vigilando, la saturación, los medicamentos; las atendemos, porque están aisladas en sus cuartos”, explicó, en referencia a su madre y una de sus hermanas, quienes dieron positivo la semana pasada. Lo que le preocupa, asegura, “más que nada, ahorita es el dinero, porque todos aportamos a la casa y, si faltan dos, los ingresos son menos, más el gasto de las medicinas”.
Otro de los inidicadores que mantenía la capital del país, hasta el sábado pasado, es una positividad del 36 por ciento; es decir, que una de cada tres personas que se hacen la prueba da positivo al Covid.
