Para la señora Guadalupe, perderse la tradición del Día de la Candelaria, celebrada cada 2 de febrero, es "imperdonable". Por eso, como lo hace cada año desde hace al menos dos décadas, visita las calles del Centro Histórico en busca de la ropa para su Niño Dios.
"Con pandemia o sin pandemia, hay que agradecerle al niño lo que ha hecho por nosotros y que gracias a Dios pasamos ya dos años de la pandemia y aquí seguimos". Este año, la capitalina buscará un vestido del Niño de Los Olivos, pues asegura que el año pasado —cuando la pandemia estaba en uno de los momentos más severos— lo vistió del Niño Médico, para pedirle por la salud de sus seres queridos.
Desde las 10:00 horas, la calle de Talavera, conocida por ser el corredor del Niño Dios, en el corazón de la ciudad, se llena de decenas de capitalinos que visitan los locales, algunos en familia, en busca de las mejores ofertas y calidad. Entre los pasillos y establecimientos, hay quienes se olvidan del cubrebocas o se lo bajan para almorzar algo.
Joaquín y su esposa, Mariana, no quieren perder la tradición que les dejaron sus padres, por ello, "con todo y cubrebocas" visitan la Casa del Del Niño Dios en el número 4 de la calle Talavera y de paso, aprovecharon para recorrer los demás locales en donde artesanos rehabilitan figuras y decoran piezas.
Para Román, de 45 años, esta es la primera vez que visita este popular corredor, por sugerencia de un familiar, y después de que su figura de porcelana sufriera "un percance".
"Es muy viejito (el Niño Dios), es una herencia que tenía mi madre y me lo encargó para repararlo, vine a dejarlo, a ver si todavía me lo pueden arreglar antes de la fecha (el 2 de febrero)", explicó a este medio.
El capitalino, quien viajó desde la alcaldía Tlalpan, sólo para "tener listo" a su niño antes del día de la celebración, aseguró que pese a que los últimos años algunas tradiciones han sido "más complejas" debido a la pandemia de COVID-19, le da gusto ver "tanto local abierto y tanta gente, porque hay movimiento, y yo digo, la economía se mueve, habiendo tantos que se dedican a esto y que viven de esto, es bien importante que las tradiciones sigan".
KEFS