Alrededor de 40 mujeres, que encabezaban una protesta feminista desde hace más de un año, fueron retiradas hace una semana de la Plaza Río de Janeiro, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc, dejando a algunas de ellas sin un espacio para generar ingresos.
Allegra, quien forma parte del colectivo Onna Bugeisha, instalado en este espacio público, explicó a La Razón que pese a que su intención es la de generar un "punto morado" de seguridad y protesta económica para apoyar a otras mujeres, el colectivo llegó a recibir hostigamiento por parte de trabajadores de la alcaldía.
"Se nos hace mucho a todo el colectivo, pérdida de tiempo, que ellos estén aquí todo el día hostigandonos desde la mañana que se ponen ahí en la 'Casa de las Brujas' (un establecimiento), son una o dos camionetas de la delegación Cuauhtémoc, con puros hombres que no vienen uniformados, luego ni siquiera nos dan alguna credencial que acredite que son funcionarios públicos y todo es de palabra", indicó.
La joven explicó que tras el desalojo, personal de la alcaldía se acercó a ellas para ofrecerles una mesa de trabajo, y se les habló de la posibilidad de reubicarlas para que continúen su protesta en otra parte.
Hasta esta semana, se les indicó que podrían instalarse en un espacio detrás de la explanada de la alcaldía, ubicada en la colonia Buenavista, algo que posiblemente acepten, sobre todo por motivos económicos, aunque consideran que limita el sentido de su protesta original.
"Se malinterpreta y nos ven como tianguis, como bazar o hasta vagoneras, lo cual no somos, somos una protesta feminista económica, con fines de alzar la voz, de llevar un mensaje a los vecinos, a la comunidad, a las mujeres que requieran algún tipo de seguridad", destacó.
La activista detalló que las autoridades las desalojaron tras argumentar que hubo quejas de bazares pagados, pero "después nos dijeron que fue por quejas de los vecinos".
FBPT