Satisfechos, productores de Xochimilco

Con “buenas ventas” cierra la temporada de Nochebuena

Actividad se sobrepone a la guerra de Ucrania, que triplicó los precios de fertilizantes; en San Gregorio Atlapulco, la familia Ibarra prevé vender todo lo que sembró

Ricardo Ibarra, durante la visita que este medio realizó al invernadero de San Gregorio Atlapulco.
Ricardo Ibarra, durante la visita que este medio realizó al invernadero de San Gregorio Atlapulco. Foto: Eduardo Cabrera, La Razón

El año está por concluir y los productores de Nochebuena de la Ciudad de México lo están cerrando “con buenas ventas”, pese a las adversidades económicas y acontecimientos internacionales, como la crisis postpandemia e incluso la guerra de Ucrania, que provocó un aumento al triple en los precios de fertilizantes.

En el pueblo de San Gregorio Atlapulco, en la alcaldía Xochimilco, la familia Ibarra se dice satisfecha, ya que cerrará la temporada de Nochebuena 2022, que regularmente concluye el 15 de diciembre, con más del 70 por ciento de sus flores vendidas.

Ricardo Ibarra, representante de un invernadero con 35 años de historia, cuenta a La Razón que este año, aunque “no ha sido el mejor”, ya sólo les queda menos del 30 por ciento de su producción total, lo cual se espera sea vendido en los próximos días.

“Este año hubo varios acontecimientos mundiales, por ejemplo, la guerra de Ucrania, eso nos subió los fertilizantes que usamos; el año pasado costaban 600 pesos, ahora los encuentras al triple, hasta en mil 800 o tres mil pesos”, aseguró.

El aumento en los productos que se usan en la producción también ha obligado al incremento en los precios de cada maceta, por lo que una flor que antes costaba alrededor de 120 pesos —de tamaño pequeño, que son las que más se venden—, este año llegó a costar hasta 140 pesos en este vivero, mientras que otros productores elevaron sus precios hasta en 150 pesos.

Aunque la venta de nochebuenas dura aproximadamente un mes, los trabajos para tenerla lista en diciembre de cada año comienzan desde marzo. Algunas flores se producen desde el comienzo y otras se adquieren pequeñas en grandes viveros nacionales o internacionales, para luego sembrarlas en los invernaderos familiares y esperar a que tengan buen tamaño.

“Entre más chica es la planta los meses se van adelantando, por ejemplo, la del seis, se siembra en julio; la del cinco, se siembra en junio; y así, la del ocho, se siembra en marzo, desde entonces nos estamos preparando”, contó Ricardo.

Cada año este invernadero produce entre cinco y siete mil flores de nochebuena que se distribuyen principalmente en los mercados locales de Xochimilco y de otras alcaldías de la capital, para después decorar, con el típico color rojo, miles de hogares.

“Encargamos entre dos mil y tres mil plantas, nosotros nos dedicamos a esquejar —un proceso para producir nuevas flores— y de ahí sacamos las demás plantas, para obtener la cantidad total de seis o siete mil”, mencionó.

Una vez que se reciben las plantas que se adquieren, deben ser plantadas aproximadamente en un lapso máximo de ocho días y, una vez que concluye el proceso, se procede a dejarlas crecer para que “alcancen un poco de altura, tengan nuevos brotes y tengan “vigorosidad”, explicó.

Ricardo pertenece a la tercera generación de su familia que se dedica a la producción de flores en la zona rural de la Ciudad de México. Para él, mantener la tradición es muy importante, por lo que llamó a los capitalinos a que adquieran estas flores, a cuidar de ellas con responsabilidad y a disfrutarlas.

“La Nochebuena es una planta delicada, pero para conservarla basta con regarla cada tercer día y no dejarla en el sol”, dijo.