Nadie se hace responsable, dice activista

Abandonan más “perros peregrinos” que en otros años

Norma Huerta, de Mundo Patitas, señala que al menos 30 canes se quedaron en el atrio de la Basílica; otros deambulan en calles aledañas, agrega

Dos canes rescatados observan a los visitantes en el refugio, ayer. Foto: Especial

La llegada de peregrinos a la Basílica de Guadalupe con motivo de la celebración del 12 de diciembre, que este año desbordó el templo con más de 12 millones de personas, también derivó en el aumento considerable de un problema que año con año se vive en la capital: el abandono de perros en los alrededores del templo.

Tras la celebración de la fiesta religiosa que tuvo lugar el pasado lunes, se observó aproximadamente 30 por ciento más de perros abandonados que hace unos años, antes de que se impusieran restricciones por la pandemia, afirmó Norma Huerta, directora de la asociación civil Mundo Patitas.

La activista comentó a La Razón que tan sólo en el atrio de la Basílica la organización detectó a más de 30 perritos abandonados, mientras que en las afueras de las estaciones del Metro cercanas, como Deportivo 18 de Marzo o La Villa, se pudieron contar a por lo menos otros 12 animales, a los cuales hay que sumar los que se quedaron deambulando por las calles cercanas al templo.

“Cada año estamos ahí, en lo personal me parece que este año hubo demasiados perros peregrinos ahí abandonados. También se vio mucho abandono en el Metro, justo cuando los feligreses toman ese medio de transporte para regresar y otros tantos que siguen vagando por las colonias aledañas”, expresó.

La activista lamentó que los perros abandonados quedan “a la deriva”, por lo que muchos son atropellados o son llevados al Antirrábico, en donde son sacrificados. Calificó esta situación como “un gran problema” que se debería combatir, dijo, desde el gobierno de forma “ética y eficaz”.

“Es muy complejo, salvo algunas excepciones, yo no creo que un peregrino le diga a su perro que lo acompañe hasta la Ciudad de México y ahí te voy a abandonar, yo creo que son perros —y ésa es la contrariedad— que cuando vienen caminando los contingentes y se detienen a descansar o a comer, les hacen un cariño o les dan un taco, entonces los perros los siguen”, comentó.

Sin embargo, una vez que los peregrinos regresan de la Basílica, ya no lo hacen caminando, sino en medios de transporte, “por lo que es en ese momento cuando ya no tienen cabida estos perros. Y entonces ya nadie se hace responsable de ellos”.

“Los peregrinos van a decir —insisto, salvo excepciones— ‘no es mi perro, me siguió, no tengo ni cómo llevarlo ni a dónde llevármelo’, y ahí se queda”, dijo.

Norma Huerta señaló que Mundo Patitas sólo ha podido rescatar a seis animales.