El secretario de Desarrollo Económico (Sedeco), Fadlala Akabani Hneide, afirmó que el bar Black, ubicado en la colonia Centro, de la alcaldía Cuauhtémoc, donde el pasado viernes ocho jóvenes resultaron intoxicados, operaba de manera irregular desde 2023.
El funcionario capitalino explicó que en entrevista con La Razón que, de acuerdo con los registros del Sistema Electrónico de Avisos y Permisos Mercantiles (Siapem), el establecimiento ubicado en la colonia Centro, de la alcaldía Cuauhtémoc, no revalidó el año pasado su permiso para funcionar.
Akabani Hneide externó que la empresa está registrada como Terraza Francisco I. Madero, S.A. de C.V., y su representante legal es Jesús Guillermo Rentería Hoyo; además, la denominación del establecimiento, desde 2021, es “Terraza Madero Black” y tenía permiso para operar como bar con “permiso de Impacto Zonal”.
El bar Black se registró ante el Siapem en 2013, pero la última revalidación de permiso Impacto Zonal fue el 8 de febrero de 2021; es decir, debió validar en 2023, lo cual no se realizó.
El pasado 7 de junio, estudiantes de vocacionales acudieron al VocaFest, el cual se promovió por medio de redes sociales, lo que causó que el bar, localizado en el piso seis de la Plaza Madero marcada con el número 20, del corredor Francisco I. Madero, se saturara.
Elementos de las Secretarías de Seguridad Ciudadana y de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil hicieron un operativo en el sitio e identificaron a ocho personas intoxicadas por consumo excesivo de alcohol, por lo que paramédicos las atendieron.
En tanto, el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) detectó que el bar Black no cumplía con las normativas de seguridad y como consecuencia lo clausuró.
Un trabajador de limpieza en Plaza Madero relató que el viernes ocurrió lo que pasaba cada ocho días: jóvenes bebiendo alcohol en exceso hasta terminar en estado inconveniente, sólo que de manera masiva.
El empleado recordó que debido al accidente, el personal y asistentes a otros negocios como bares, restaurantes, ópticas, un centro de atención de telefonía, entre otros, también fueran desalojados.
Todo estaba lleno y los encargados perdieron todo, también los 400 mil pesos que llevaban de venta ese día según lo que me dijeron, no les conviene ni regresar, porque dejaron muchas broncas aquí, la seguridad no se dio abasto ese día, eran montones y montones de chamacosTrabajador en la Plaza Madero
“Todo estaba lleno y los encargados perdieron todo, también los 400 mil pesos que llevaban de venta ese día según lo que me dijeron, no les conviene ni regresar, porque dejaron muchas broncas aquí, la seguridad no se dio abasto ese día, eran montones y montones de chamacos”, dijo.
Adriana, quien es estudiante del CECyT 14, explicó que hubo una preventa en la que se indicó que había cuatro mil entradas disponibles. Recordó que el evento comenzó cerca de las 11:00 horas y a las 16:00 horas comenzaron a salir por el exceso de personas, después, aproximadamente a las 18:00 horas, el bar ya estaba clausurado.
Uno de los elementos policiacos que atendió el siniestro explicó que la zona es conflictiva, pues recordó que el 4 de mayo fue requerido cuando mataron a un joven en el bar Mr. Duck, ubicado igual en la Plaza Madero; tambiéncomentó que, presuntamente, los encargados del bar Black huyeron.
“Se dieron a la fuga (los encargados del bar), que yo sepa los padres de los estudiantes levantaron denuncias ante la Fiscalía, estos bares nos dejan muchos problemas todos los fines de semana”, aclaró el uniformado.
La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial informó a este diario que el negocio cuenta con una denuncia que está en investigación por ruido generado en el establecimiento.
En un recorrido se observó que el negocio tiene sellos de clausura en la entrada: unos del Invea y otros de la Fiscalía. Aún están los letreros que indican que no se permite la entrada a menores de edad y es requisito llevar identificación oficial.
Por dentro todavía hay luces prendidas, basura en el piso, la barra de bebidas está llena y también hay un refrigerador con cervezas.
PIDE PONER ORDEN. Akabani Hneide explicó que anteriormente hubo una simplificación administrativa que le permitió a los restaurantes abrir con un sólo piso para incentivar la inversión y el empleo, pero no significa que ante una queja vecinal el Gobierno de la Ciudad y las alcaldías no tengan facultad de hacer visitas de verificación o iniciar un procedimiento administrativo.
“Cada institución tiene que cumplir lo que manda la Ley para la apertura de un establecimiento. El apoyo para víctimas correspondería al Gobierno de la Ciudad, o a la Fiscalía en su área de apoyo a víctimas, por oficio debe haber una investigación penal”, dijo.
El secretario sugirió que el Congreso de la Ciudad de México debe trabajar en la clasificación de los establecimientos mercantiles que corresponden a giros como restaurante bar con música viva, o bares con venta de alimentos, con la finalidad de tipificarlos y los establecimientos no realicen otras actividades mercantiles que no sean las autorizadas.
Expresó que se debe garantizar a los consumidores la oferta que, de acuerdo con la apertura del negocio, puede ofrecer el establecimiento, es decir, se trata de un trabajo en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de México y el Congreso capitalino para clarificar los negocios
“Todo esto debe quedar claramente establecido en la Ley de Establecimientos Mercantiles, vamos a trabajar para que haya transparencia, pero más allá de las cuestiones normativas, es un tema sanitario de salud pública, la cual procede a una verificación en la materia”, indicó el titular de la Sedeco.
El secretario subrayó que sólo por una queja ciudadana se puede llevar a cabo una verificación, pero en casos como la intoxicación de jóvenes en el bar Black, se debería analizar si procede una verificación generalizada a todos los giros mercantiles de la zona, pero eso compete al Invea.
Comentó que por el tipo de incidente; es decir, la intoxicación, fue tarea de la Secretaría de Salud clausurar el lugar por cuestiones sanitarias.